Llega el otoño, la que, para muchos, constituye la mejor estación del año para viajar y ‘perderse’ lejos de todo y de todos en un ambiente relajado, sin multitudes a la vista, con temperaturas suaves y precios más ajustados. “La sucesión de puentes y otros días festivos que jalonan el calendario durante estos meses favorecen hacer escapadas de varios días o incluso semanas, especialmente para aquellos que no se hayan tomado vacaciones en verano. Todo esto permite acceder a destinos exclusivos para todos los gustos en Europa, Asia, América, África u Oceanía”, explica Francesc Escánez, CEO y propietario de Atlantida Travel.
La Toscana, Colombia, Vietnam, Egipto y la Polinesia francesa son las propuestas llenas de encanto y exclusividad de Atlantida Travel para sacarle partido al otoño.
La Toscana, Italia
Los atractivos de esta región italiana son incontables, empezando por sus grandes ciudades, como Pisa y Florencia; y del gusto de todo aquel que también ame la campiña, el arte, la gastronomía y la enología, con la denominación de origen de Chianti a la cabeza de los vinos toscanos. Atlantida Travel recomienda para este otoño sentar plaza en la encantadora Montalcino, de la provincia de Siena, ciudad de la que dista a 42 kilómetros. La privilegiada ubicación de esta pequeña localidad, en un extremo del Val d'Orcia, permite acercarse a Pienza, entre otras joyas, y perderse entre las colinas infinitas de esta área, tantas veces retratadas por los maestros del Renacimiento. Val d’Orcia deja una imagen imborrable en la retina del viajero, con sus pueblecitos, cipreses, bodegas y restaurantes, y resulta una opción perfecta en época de vendimia y recolecta otoñal. Un lugar idóneo para acomodarse podría ser el hotel boutique Rosewood Castiglion del Bosco, en Montalcino.
Colombia
Este país sudamericano cada vez gana más adeptos, tal es la riqueza de sus diferentes paisajes y ciudades, con distintas climatologías, y su franja costera caribeña, con la colonial Cartagena de Indias como ciudad icónica y llena de sabor. En una estancia otoñal de 10 días es más que posible recorrer gran parte de Colombia, empezando el viaje en su interesante capital, Bogotá —ubicada a 2600 metros de altitud—, visitando su encantador centro histórico (La Candelaria) o el Museo del Oro. Después el viajero puede dirigir sus pasos hacia la montañosa Medellín, conocida como la ciudad de “la eterna primavera” y donde es posible disfrutar del arte del escultor Fernando Botero por sus calles. El Eje Cafetero es otro de esos imprescindibles del país, y hospedarse en alguna de sus haciendas de ensueño, un ‘must’. Para acabar, sin duda, hay que recalar en la tropical y costera Cartagena de Indias, bella ciudad colonial con una vida cultural vibrante y muy popular por sus playas de arena blanca (como las de la cercana isla de Barú, a la que se puede acceder en una pequeña embarcación ida y vuelta en el día) o las Islas del Rosario, famosas por sus arrecifes de coral.
Vietnam
Todo el exotismo del Sudeste Asiático, en un país con una de las gastronomías más deliciosas del continente, con paisajes que cortan la respiración y ciudades encantadoras. Varios hitos imprescindibles perfectamente asequibles en ocho o 10 días: el Delta del Mekong, para recorrerlo en barca y dejarse seducir por sus mercados flotantes y su inmensidad; Hoi An, la pequeña localidad costera con su puente japonés; los interminables campos de arroz de las regiones centrales, la ciudad imperial de Hue y sus palacios, la vibrante metrópoli de Hanoi y, para terminar, un pequeño crucero en la bahía de Halong. Si se añaden tres días al viaje, este podría concluir con la visita a la joya de las joyas del Sudeste Asiático: los templos de Angkor, en la vecina Camboya. Tras esto, se tendrá la sensación de haber tocado el cielo con las manos.
Egipto
El otoño es una de las mejores épocas para ir a Egipto, gracias a que los días aún son largos pero el calor es muy soportable y se puede disfrutar de intensas jornadas. En una semana, el viajero podrá conocer a fondo la apasionante ciudad de El Cairo, con su Museo Egipcio, Las Pirámides y la Esfinge de Giza, la Ciudadela de Saladino y sus mercados. Y, tras esta estancia, embarcarse en un crucero de cuatro noches por el Nilo para descubrir el Valle de los Reyes, los grandiosos Colosos de Memnon, Tebas, la isla Elefantina… Más y más lugares míticos se suceden al discurrir del crucero, en un viaje imprescindible del que uno nunca se cansaría.
Polinesia Francesa
Esto sí que es perderse lejos de todo y de todos, especialmente en esta época del año, en que aún no es verano en el hemisferio Sur y por tanto hay pocos viajeros. Y no solo por eso, la cultura selvática de este archipiélago denomina como "temporada de abundancia" la que discurre entre noviembre y marzo, ya que la vegetación estos meses es particularmente exuberante, como indican desde Atlantida Travel. La organización referente en la organización de viajes de lujo personalizados en España recomienda tomarse 17 días para explorar, dentro de la inmensidad de la Polinesia Francesa, “las Islas de la Sociedad”: Tahití, Moorea, Huahine, Tahaa y Bora Bora. En esta época del año la temperatura es muy agradable y es posible hacer senderismo, recorrer frondosos bosques tropicales, disfrutar de buena comida con las frutas locales en su mejor momento, nadar con tiburones y rayas, tomar el sol en interminables playas de arena blanca o conocer tradiciones locales y sitios arqueológicos e históricamente relevantes de esta región.