“No pain, no gain”, que se dice en inglés (“Sin dolor no hay ganancia").
Mucha gente cree que esforzarse durante horas en el gimnasio es la única forma de volverse más fuerte y más saludable.
Pero no parece que lo estén disfrutando mucho… Jadeando como bulldogs, sudando a cántaros y rezando para superar cada maratoniana sesión para poder hacerlo todo de nuevo al día siguiente.
Si el ejercicio le deja totalmente agotado o le lleva demasiado tiempo o simplemente ODIA la idea de hacerlo... NO le está haciendo ningún bien.
Pequeño compromiso, grandes resultados
Si se siente identificado, recupere el aliento, séquese y escuche. Porque los estudios muestran que NO tiene que dedicar horas y horas a hacer ejercicio para mejorar su salud (a menos, por supuesto, que QUIERA hacerlo). Porque puede disfrutar de los beneficios saludables del ejercicio dedicándole solo una fracción del tiempo y esfuerzo.
Las últimas pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirman que si tiene más de 65 años, debe hacer 150 minutos de ejercicio moderado a la semana. Eso es menos de 22 minutos al día. Perfectamente asumible.
La OMS también aconseja a las personas mayores que incorporen entrenamiento de fuerza y equilibrio dos o tres veces por semana para prevenir caídas.
La investigación demuestra que este pequeño compromiso puede dar sus frutos a lo GRANDE:
El ejercicio regular beneficia a su cerebro al ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y la demencia.
El ejercicio también reduce el riesgo de casi todas las principales enfermedades mortales, incluidas la diabetes, las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, el cáncer de mama y de colon, y muchas otras.
Entrenar la fuerza reduce el riesgo de fragilidad y sarcopenia, condiciones que pueden debilitar huesos y músculos y provocar caídas, lesiones y pérdida de independencia.
Tome asiento
No a todo el mundo le gusta ir al gimnasio. Y muchas personas mayores no se ponen en marcha en absoluto.
Si es su caso, debe empezar a moverse. pero no tiene que invertir mucho tiempo o dinero en ello. No es necesario apuntarse al gimnasio ni gastar una fortuna en equipos de gimnasia para el hogar (de todos modos, esas cintas de correr a menudo acaban convirtiéndose en poco más que percheros).
¿Qué puede hacer entonces?
Pasee por su vecindario o haga algunas tareas domésticas o de jardinería.
Coja una silla. Visite YouTube y busque “ejercicios sentados en silla para personas mayores”. Encontrará una amplia variedad de rutinas de distinta duración e intensidad, todas creadas para llevarse a cabo sentado en una silla.
Y si bien los ejercicios son simples de realizar, son sorprendentemente efectivos para ayudar a mejorar el estado físico, desarrollar músculos y aumentar la movilidad. Además, le ayudará a aumentar la vitalidad de su cerebro y de su cuerpo, e incluso a vivir una vida más larga y saludable.
Hable con su médico para asegurarse de seguir una rutina de ejercicio adecuada para usted.
(Extraído de https://www.saludnutricionbienestar.com/)