Viajamos por algunos de los parajes naturales más exuberantes y únicos de la geografía española. ¡Son el destino perfecto para esa escapada que le ayudará a recargar energías!
El 15 de agosto, día festivo en toda España y buena parte de Europa. Por ello no es de extrañar que los informativos y las redes sociales se llenasen durante todo el día de imágenes de playas.
Está claro que el mar es uno de los destinos preferidos. Sobre todo, cuando tenemos la fortuna de vivir en un país reconocido por la abundancia y calidad de sus costas.
Pero en España también podemos presumir de parajes naturales de interior. Y, asimismo, son admirados en el mundo entero por su extensión y la variedad de su flora y fauna.
Como muestra, hablaremos de algunos parques naturales. Si aun no los conoce, le animo a que los apunte como próximo destino de vacaciones. ¡No le decepcionarán!
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
Una de las mejores opciones para beneficiarse de los efectos del contacto directo con la Naturaleza y, además, maravillarse con su belleza, es visitar las 15.000 hectáreas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, situado en el Pirineo oscense.
Es una auténtica delicia para los sentidos y, si es amante de la botánica ¡le aseguro que no le decepcionará! Cuanta con más de 1.400 especies de la flora pirenaica, incluidas 83 variedades endémicas que solo crecen en esas montañas. Y una curiosidad: es posible encontrar estas especies a distintas alturas, entre los 700 y los 3.348 metros, razón por la que es considerado como un auténtico jardín botánico en las alturas.
Entre sus especies la “joya de la corona” es la pequeña pero súper resistente Leontopodium alpinum. Tal vez no le suene por este nombre, pues es más conocida como edelweiss o “flor de las nieves”. Se trata de una planta que no supera los 10 cm pero que puede sobrevivir a más de 2.700 m de altura, razón por la que es bastante difícil de encontrar. De hecho, durante mucho tiempo se creyó que solo formaba parte de la leyenda y que, en realidad… ¡no existía!
En el Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido hay bastantes ejemplares, siendo además el símbolo de la zona. Si se apunta a algunas de las muchas rutas guiadas que se realizan para recorrer la zona, probablemente le mostrarán algún ejemplar. Eso sí, cuando la vea ¡cuídela bien!, pues se trata de una especie protegida que durante décadas ha estado en peligro de extinción.
La Sierra de Cazorla
Es raro que los grandes interesados en conocer la diversidad botánica de nuestro país hayan visitado la Sierra de Cazorla una sola vez. Situada al noreste de la provincia de Jaén y con 214.000 hectáreas, cuenta con 2.200 especies catalogadas, lo que lo convierte en el Parque Natural con la mayor riqueza floral de toda la cuenca mediterránea. Es además el mayor espacio natural protegido de España y el segundo de Europa.
Entre sus especies florales se incluyen variedades endémicas de lo más peculiares, como la planta carnívora Pinguicula vallisnerifolia, la violeta de Cazorla, que es icono del parque, o el narciso de Cazorla, que es el narciso silvestre de mayor tamaño de la península. Si algún día visita este paraíso natural, ¡no olvide llevar su cámara de fotos!
La Selva de Irati
No muchos lo saben, pero en España contamos con el segundo hayedo-abetal más grande del continente, ni más ni menos que con 17.000 hectáreas (nada tiene que envidiar, por cierto, al mayor de Europa, que se encuentra en la Selva Negra alemana). No en vano se le conoce como “Selva de Irati”, aunque en realidad se trata de un bosque repartido entre el norte de Navarra y los Pirineos del suroeste de Francia.
La mejor manera de disfrutar de este enclave es recorriendo algunas de las rutas de senderismo que se ofrecen. Las hay de todos los niveles, desde las más suaves, sin apenas desnivel y perfectas para ir en familia, hasta otras más intensas que discurren por la profundidad del hayedo o que conducen a cascadas y embalses.
Le aseguro que es un destino ideal para darse un auténtico “baño de bosque” y beneficiarse de todas las propiedades de esta práctica tradicional japonesa. En el país nipón esta terapia consistente en pasear por el parque, realizando diferentes ejercicios de respiración, se conoce como “shinrin-yoku”. Diversos estudios han confirmado que ayuda a reducir el estrés, la ansiedad, el insomnio e incluso la depresión.
Como ve, en España sobran enclaves naturales únicos en el mundo. Si quiere disfrutar del contacto con la Naturaleza, ¡no hace falta que se vaya muy lejos! Así descubrirá esos paraísos que tenemos tan cerca, pero que muchas veces caen en el olvido.