El emblemático Hotel Santa Marta, que acaba de cumplir 65 años, ofrece a sus clientes un auténtico remanso de paz en plena Costa Brava. Sus clientes podrán disfrutar de un merecido descanso en un paraje con unas vistas espectaculares, así como de una propuesta gastronómica única en un alojamiento que cuida hasta el más mínimo detalle.
El Hotel Santa Marta cuenta con 7 hectáreas de terreno en una localización inmejorable. Entre Punta des CanoÌ y Punta de Llevant, el edificio se asoma a la playa de Santa Cristina desde un frondoso bosque de pinos mediterráneos. Un oasis de tranquilidad ubicado a solo unos kilómetros de Lloret de Mar y a una hora de Barcelona, en plena Costa Brava, en una pequeñita cala de aspecto paradisiaco que inspiró al gran pintor Joaquin Sorolla dando como resultado su famoso cuadro de Santa Cristina.
Inaugurado en 1958, el hotel cuenta actualmente con 76 amplias habitaciones, divididas entre aquellas que tienen vistas sobre la bahía de Santa Cristina y aquellas que disfrutan de las vistas al bosque de la finca, las habitaciones conforman un oasis perfecto para despertarse en plena naturaleza. Los huéspedes podrán disfrutar de un desayuno tipo buffet en la terraza Bar Santa Marta con unas espectaculares vistas al Mediterráneo.
A pie de playa el hotel cuenta con el Beach Club Santa Mar, compuesto por una piscina con zona de hamacas, desde la que relajarse con el mar en el horizonte, una pista de tenis en la que disfrutar de un poco de actividad física y el Restaurante Santa Mar, donde deleitarse con el producto estrella de su amplia oferta gastronómica: el pescado fresco a la brasa. La playa de Santa Cristina es tranquila y cuenta con servicio de socorrismo.
Por su parte, el spa del hotel, que cuenta con más de 400 m2, propone un relajante recorrido por su circuito de aguas, como el jacuzzi con cama subacuática y la pileta de agua fría, la sauna seca y el hammam o la ducha de sensaciones. Además, también dispone de una carta de masajes y tratamientos de belleza personalizados, así como una sala específica donde disfrutar de un auténtico masaje Shiatsu en pareja. También los amantes del yoga podrán asistir a clases en este entorno paradisiaco donde disfrutar de una autentica experiencia de desconexión.
A la oferta gastronómica del hotel se suma el espacio gastronómico Restaurante 58, donde la calidad y el producto son la base de su cocina. En su carta, que se centra en productos frescos y de temporada con una reinterpretación de la cocina mediterránea, podemos encontrar platos como la esqueixada de bacalao con aguacate y olivas de Kalamata, la lubina de la costa al estilo Santa Cristina o las gambas de Blanes a la plancha, entre otras muchas elaboraciones.