Situada en medio del Mare Nostrum, Malta es uno de los destinos perfectos para los apasionados de la costa Mediterránea y de la historia europea. Con una extensión de 316 km² y compuesta por las islas de Malta, Gozo y Comino, es considerado un archipiélago pequeño, aunque rico en cultura y paisajes que harán de unas vacaciones inolvidables.
Donde alojarse en Malta
Malta, nos brinda una amplia gama de alojamientos entre los que poder elegir. Por ejemplo, en la localidad de Sliema los viajeros encontrarán apartamentos turísticos que permitirán estar cerca de puntos clave como El Paseo Marítimo, La Fort Tigné o de La Torre de San Julián además de, la iglesia Stella Maris cuya arquitectura barroca es digna de admirar. Muy próximo de allí está su capital, La Valletta, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Alojarse aquí permitirá estar en el punto neurálgico del archipiélago y poder recorrer con gran facilidad sus puntos destacados. Si bien, si se busca un lugar con un ritmo más calmado, La Isla de Gozo será la mejor de las opciones en donde poder relajarse y disfrutar de magníficos acantilados con vistas al mar o miradores como Tal-Mixta Cave.
Lugares imprescindibles
La ciudad de La Valletta, que debe su nombre al general francés Jean Parisot de La Vallette, cuenta con varios edificios del siglo XVI como el Parlamento de Malta, el Palacio del Gran Maestre, o la Concatedral de San Juan, entre otros. Los Jardines Upper Barakka son una visita necesaria, los cuales están ubicados en el piso superior de St. Pedro y Pablo, ofreciendo vistas panorámicas del Gran Puerto, además de las ciudades más cercanas como Birgu y Senglea e incluso de los fuertes de San Ángelo y Ricasoli.
Siguiendo esta línea, la isla de Gozo es un entorno fascinante al que asistir para quienes buscan una experiencia más cercana a la naturaleza. Esta pequeña localidad se caracteriza por ser una de las ciudades más cautivadoras de Malta. Para llegar a ella es necesario tomar un ferry. En el interior de la isla se hallan las Salinas de Qbajjar. Este lugar es considerado una verdadera reliquia debido a su datación de hace más de dos mil años cuyo origen románico, está actualmente está dedicado a la producción anual de toneladas de sal marina de uso comercial.
Sin embargo, para deleitarnos con los magníficos atardeceres dentro de las islas, la playa de la Ramla Bay o a Xlendi Bay son puntos idóneos para disfrutar de “la hora mágica”. Además, las bahías de Mgarr ix-Xini y Hondoq ir-Rummien también brindan vistas espectaculares con la caída del sol.
Gastronomía con historia
La gastronomía es un punto esencial en cada viaje y Malta tiene mucho que ofrecer. Con una cocina predominantemente mediterránea e influenciada por los sabores árabes, británicos e italianos gracias a sus relaciones pasadas, el viajero podrá disfrutar de platos tan exquisitos como la aljota (sopa de pescado), el asado de conejo, el pescado lampuki o de la ftira (pan maltés).
Si bien, para los que buscan experiencias más especiales, también tenemos recomendaciones. En la ciudad de Rabat, por ejemplo, está el restaurante Rogatino’s. Ubicado en un edificio histórico que data del siglo XV, posee una estructura abovedada bajo un escenario rústico. Por otro lado, con una estrella Michelin está Grotto Tavern. Este restaurante nos sitúa en el interior de una cueva natural de dos mil años de historia en donde han sabido fusionar la esencia del lugar con la cocina moderna, obteniendo como resultado una experiencia culinaria vibrante y atesorada.
Del mismo modo, en la ciudad de Mdina se encuentra Bacchus Restaurant. Con una infraestructura del siglo XVII, el restaurante cuenta con una arquitectura excepcional que mezcla el estilo románico y medieval haciendo de este un sitio único y especial. Finalmente, otra opción indispensable es el Mithna Restaurant. Localizado en la ciudad de Mellieha, está dentro de un antiguo un molino de viento construido en el siglo XVI por los Caballeros de San Juan. Esta joya histórica tenía la finalidad de elaborar uno de los ingredientes más importantes de la gastronomía mediterránea: la harina.