Cuando llega la primavera, algunas personas notan cómo de repente quedan pelos en su almohada, su cepillo o en el lavabo, señal inequívoca de que algo está afectando a nuestro cabello. Otras razones son la edad, el estrés diario, una mala alimentación, los problemas emocionales, hormonales o incluso cierta dejadez con nuestro aseo e higiene personal. Los profesionales de David Künzle y la firma sevillana de champús sin sulfatos Dalire, nos cuentan cómo podemos combatir esta caída capilar que afecta tanto a hombres como mujeres.
Como señala David Lesur, director de formación en los salones David Künzle: "En primavera, la caída del cabello se acentúa, pero no es nada grave ni irreparable, solamente supone una dura etapa en la que luego, el cabello vuelve a la normalidad. Para mí, todo depende del estado actual de nuestro pelo. Si la densidad ya tiene tendencia a bajar demasiado con los años, o si todo sigue igual. Esto lo podemos comprobar pasando los dedos entre los cabellos, apretando desde el cuero cabelludo hasta las puntas, para después repetir la operación sobre toda la cabeza. Si hay menos de diez pelos, todo está en orden, pero si hay más de diez estás empezando el proceso de caída y con más de quince, estás en un momento crítico y hay que tratar sí o sí".
Hay que saber que cuando se cae el pelo, este lleva muerto varias semanas. Lo mejor es intervenir lo antes posible, para no dejar que se instale y enquiste el problema, por ejemplo con tratamientos anticaída que prevengan la rigidificación del colágeno, reforzando el anclaje del cabello en el cuero cabelludo, manteniendo un entorno "sano" donde el pelo existente crezca de manera deshinibida.
También es importante saber cómo aplicar este tipo de tratamientos: "Directamente, en la zona y sección por sección, sobre el cabello seco o secado previamente con una toalla. Después, realizar un masaje ejerciendo una ligera presión con las puntas de los dedos. No aclarar y utilizar diariamente en caso de pérdida importante" - aconseja David. Otro de sus consejos para evitar esta caída, es la prevención y el lavado: "Mucha gente tiene miedo a lavarse el pelo regularmente por temor a este problema o a que pierda consistencia, brillo, etc. Cada cabello es distinto y requiere unos cuidados adecuados a sus condiciones, pero no debemos pecar ni por exceso ni por defecto".
Desde Dalire, empresa sevillana que formula champús naturales sin sulfatos, sus recomendaciones pasan también por seguir unos buenos hábitos alimenticios, incluyendo la actividad deportiva para mitigar el problema: "Tenemos que saber qué champú es el más indicado para nuestro cabello, que no irrite, no pique y en función de si nuestro pelo es más graso o más seco, saber cuántas veces debemos lavarnos la cabeza. Lo mejor es optar por champús que sean lo más naturales posible, sin parabenos, siliconas u otros químicos. Si hablamos de factores ajenos a los tratamientos de peluquería, una correcta alimentación rica en zinc, vitamina B12, frutos secos como almendras o nueces o los betacarotenos de las zanahorias, calabaza, papaya, etc. pueden ayudar y mucho a su tratamiento, cuidado y regeneración".
Dalire recomienda.
Dentro de la gama de champús sin sulfatos Dalire, el Clásico sería uno de los más indicados, ya que con sus ingredientes naturales como el pomelo o la raíz de bardana, provocará que el cuero cabelludo se rehidrate, se reequilibre y que las escamas de caspa desaparezcan.
Por otra parte, y con un cuero cabelludo más seco de lo normal, el Nutritivo nos aportará un extra de hidratación con sus ingredientes naturales como el coco (sus proteínas protegen y reparan el cabello), el tomillo salvaje, el abedul, el romero, la milenrama o la ortiga.