Los días de temperaturas cálidas ya han comenzado a bañar los paisajes del archipiélago maltés que, durante la época primaveral, brillan con una luz especial y acogedora. Así, Malta, Gozo y Comino ofrecen infinidad de rutas de senderismo para los amantes de la naturaleza, ya sea entre los famosos acantilados que permiten contemplar las vistas más impresionantes del Mediterráneo, recorridos repletos de historia y leyendas difíciles de olvidar o rutas con una belleza natural excepcional. Todos ellos tienen algo en común: guían a los caminantes a descubrir los maravillosos rincones desconocidos que esconde el archipiélago en su interior.
Recorriendo los acantilados de Dingli
Cada isla cuenta con una serie de características diferentes que hacen que la práctica de senderismo sea un auténtico regalo. En el caso de Malta, una de las mejores formas para conectar con la naturaleza y sentir cómo el cuerpo comienza a activarse con cada paso es recorriendo los acantilados de Dingli.
Este particular enclave está envuelto entre el verde más exuberante y toques coloridos gracias a las flores silvestres que se encuentran a lo largo de la ruta. El camino permite llegar a uno de los puntos más altos de los acantilados donde se encuentra la capilla de Santa María Magdalena, que data del siglo XVII. Desde ella, la despedida del sol tras el horizonte es un espectáculo digno de presenciar.
Sin embargo, uno de los puntos destacables sobre esta ruta es que, una vez llegado el final, en Wied iż-Żurrieq se puede realizar un pequeño paseo en barco a la famosa Gruta Azul.
De Popeye Village a Xemxija
La divertida ciudad de Popeye es uno de los mayores atractivos turísticos con los que cuenta Malta y junto a ella se encuentra otro recorrido para salir a conocer la isla a través de las aguas cristalinas y de los acantilados de Mellieha.
Esta ruta panorámica por la zona norte de Mellieha, que parte desde Popeye Village y cuya meta final es el bonito pueblo de Xemxija, ofrece un sendero histórico lejos del bullicio desde el que se pueden contemplar las cruces talladas en rocas que realizaban los antiguos peregrinos y una cueva funeraria que data de tiempos prehistóricos.
A través de la bahía de Ramla
En isla de Gozo existe una ruta histórica y cultural que posee ciertos elementos nombrados Patrimonio Mundial de la UNESCO, como los Templos de Ġgantija que se encuentran en el pueblo de Ix-Xagħra o el molino de viento Ta-Kola, que data de la época de los caballeros.
El camino se recorre atravesando un hermoso valle en la parte trasera de la bahía de Marsalforn, donde los excursionistas pasarán por tierras agrícolas y podrán observar los métodos tradicionales de recolección y cultivo. Todo ello hasta llegar a la famosa Bahía de Ramla, donde se podrá descubrir un tesoro con características ecológicas, geológicas, históricas y arqueológicas. Como curiosidad, esta bahía de arena roja cuenta con la mejor playa de la isla de Gozo, por lo que es un fantástico lugar para finalizar la ruta.
Comino y la Laguna Azul
Además de Gozo, Malta tiene otra hermana más pequeña: Comino. Esta isla, a la que se puede acceder en barco, mide solo 3,5 km² y cuenta con una caminata circular de siete kilómetros que comienza y termina en la impresionante Laguna Azul.
El sendero sigue los caminos principales, pero se puede extender saliendo de los caminos trillados para explorar la isla con más detalle, especialmente a lo largo de los acantilados salvajes en el lado este repleto de los colores más llamativos de su flora. Además, la isla es el paraíso de las aves y la tranquilidad, pues no se permite la caza, ni los vehículos que no sean utilizados por los habitantes.
De esta manera, Comino y su Laguna Azul se alzan como uno de los destinos claves para hacer senderismo y activar el cuerpo durante cualquier escapada al archipiélago maltés.
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