Iberia y Repsol siguen avanzando en su alianza para propiciar la transición ecológica del sector aéreo. Ambas compañías se han unido para ofrecer a los clientes corporativos de la aerolínea la compra de combustible de origen sostenible, que les permita reducir las emisiones y descarbonizar sus viajes de empresa.
Como parte del grupo IAG, Iberia se ha comprometido a alcanzar emisiones netas 0 en 2050 y, para lograrlo, está desplegando una estrategia de sostenibilidad con iniciativas con impacto directo en la descarbonización de sus vuelos.
La más relevante es la renovación de la flota: Iberia incorporó 13 nuevos aviones en 2022 y está realizando importantes inversiones en Airbus A350 y Airbus A320neo, que son entre un 20 y un 35 por ciento más eficientes que los modelos a los que sustituyen. Esto, unido a distintas medidas operacionales, le permitirán mejorar la eficiencia por pasajero en un 10% (grCO2/pax-km) en 2025. Iberia ya fue reconocida en 2022 por IBA como la segunda aerolínea del mundo que más había reducido sus emisiones entre 2019 y 2022; en concreto un 17% por asiento-kilómetro en sus vuelos de largo radio que son para los que a día de hoy no existe una alternativa más eficiente al transporte aéreo.
SAF, futuro (y presente) del sector aéreo
Además de la renovación de la flota y el incremento de la eficiencia de sus operaciones, Iberia se ha aliado con Repsol para impulsar la producción de combustibles de origen sostenible con los que, según IATA, se reducen las emisiones de CO2 un 80 por ciento a lo largo de su ciclo de vida. Además, como provienen de residuos (de la industria forestal, agrícola, ganadera y alimentaria) o bien de la captura de CO2 principalmente, con su producción se promueve la economía circular y el desarrollo de nuevas tecnologías.
Los aviones actuales están certificados para operar con hasta un 50 por ciento de estos combustibles de origen sostenible, que se consideran una tecnología “drop in”, pues no requieren ninguna transformación en el diseño de las aeronaves ni tampoco en la infraestructura de los aeropuertos.
Impulso a la producción de SAF
El reglamento Fit For 55 de la Unión Europea establece un mandato mínimo de uso de SAF en los vuelos del 2 por ciento en 2025, del 5 por ciento en 2030, y un incremento gradual hasta el 63 por ciento en 2050.
IAG, el grupo al que pertenece a Iberia, se ha adelantado a este mandato comprometiéndose al abastecimiento de sus vuelos con un 10 por ciento de combustible de origen sostenible en 2030, y a invertir 865 millones de dólares en compras e inversiones de SAF para impulsar su producción que, por el momento, es escasa y con un precio muy elevado.
Entre las iniciativas para promover la producción de SAF, Iberia y Repsol operaron en octubre de 2021 el primer vuelo a Bilbao con una mezcla de biocombustible generado a partir de residuos en la planta de Petronor.
En junio de 2022 volvieron a colaborar en la operación de los primeros vuelos transatlánticos desde España con SAF generado a partir de residuos.
Además, dentro del acuerdo que mantienen ambas compañías, ahora ofrecerán a los clientes corporativos de Iberia la posibilidad de adquirir SAF que les permita descarbonizar sus viajes de empresa, y con el objetivo también de ir incrementando la demanda y la producción y que puedan reducirse los precios de estos combustibles.
Descarbonizar los viajes corporativos
Iberia ofrece ya a sus clientes de empresa una plataforma que les permite calcular las emisiones generadas por sus vuelos en función del tipo de vuelo, el avión que opera la ruta, la cabina en la que viajan y las condiciones meteorológicas.
Con este cálculo, los clientes de empresa podían hasta ahora compensar esas emisiones a través de dos proyectos en Perú y Costa Rica que Iberia gestionaba a través de start up CHOOOSE.
Basándose en ese mismo cálculo, ahora las empresas podrán adquirir también SAF -suministrado por REPSOLRepsol- para descarbonizar sus vuelos, o bien combinar el uso de estos combustibles de origen sostenible con el sistema de compensación, eligiendo siempre la proporción de sus emisiones que quieren reducir.
SAF en España
A finales de este año, Repsol pondrá en marcha en su refinería de Cartagena la primera planta de España capaz de suministrar 250.000 toneladas al año de biocombustibles avanzados que se producirán a partir de residuos y permitirán reducir 900.000 toneladas de CO2 al año. La compañía multienergética, en su ambición de ser una compañía cero emisiones netas en 2050, ha invertido 200 millones de euros en este proyecto de bajas emisiones a partir de residuos lipídicos, y que supondrá una inversión de 200 millones de euros y la creación de unos 1.000 empleos durante su construcción y puesta en marcha.
Según Eurocontrol, actualmente el potencial máximo de producción de SAF en la Unión Europea se estima alrededor de 0,24 millones de toneladas, solo el 10 por ciento de lo requerido para 2030.
La apuesta por los combustibles de origen sostenible en España - teniendo en cuenta la relevancia de la aviación para el turismo y la aportación al PIB y al empleo de este sector- contribuiría al desarrollo de una nueva industria generadora de riqueza, empleo y cohesión social y territorial que, al mismo tiempo, permitiría avanzar rápidamente en la transición ecológica de la aviación y aportaría mayor seguridad energética.