Cervezas Alhambra vuelve a presentar, por séptimo año consecutivo, el Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente, un galardón que reconoce a las mejores promesas de la creación artesanal a nivel nacional para acercar su trabajo a un público cada vez más extenso y revalorizar su obra. De este modo, con la celebración de su séptima edición, la marca de cerveza consolida su vinculación con el arte y la artesanía en ARCOmadrid 2023, convirtiéndose así en uno de los hitos clave del calendario cultural por conseguir unir técnicas artesanas con el arte contemporáneo.
Tras ser seleccionados como finalistas, los artistas Pablo Capitán del Río, Cristina Garrido, Irene Grau, Almudena Lobera y Alberto Odériz expondrán sus creaciones en ARCOmadrid 2023 hasta el próximo domingo 26.
Este año, el panel de expertos que deberá juzgar la calidad y el trabajo de las cinco obras finalistas está compuesto por Juan Francisco Rueda, Profesor de la Universidad de Málaga, crítico de arte y comisario de exposiciones; José Lebrero Stals, Director artístico del Museo Picasso Málaga; Santiago Olmo, Director del Centro Galego de Arte Contemporáneo; Yolanda Romero, Conservadora de la Colección Banco de España; Marta Pazos, Directora de escena y escenógrafa; Patrizia Sandretto Re Rebaudengo, Fundadora y presidenta de la Fundación Sandretto Re Rebaudengo; Rocío Diaz, Directora Patronato de la Alhambra y Generalife; y Silvia Delgado Roca, Directora de marketing de Cervezas Alhambra.
Un año más, los participantes se han enfrentado al reto de materializar su concepto artístico mediante un proceso de producción artesanal, reinterpretado en clave contemporánea. Sus creaciones han tomado como inspiración a Granada, ciudad de origen de la marca, y a la Alhambra, monumento que simboliza la destreza del saber hacer, la seducción y una singular exquisitez. Encarnan, en sí mismas, una forma de entender la creatividad que refuerza esa excepcional conexión de Cervezas Alhambra con el arte y la artesanía.
En palabras de Alicia Ventura, comisaria del Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente, “esta edición nos sorprende con el descubrimiento de nuevas técnicas y lugares, que extienden la Alhambra y la ciudad de Granada más allá de los límites geográficos de la ciudad”.
De hecho, el Premio representa el afán de Cervezas Alhambra por descubrir la riqueza de los procesos y una singular manera de crear, dedicando a cada cosa el tiempo necesario porque el resultado merece la pena. Muestra de ello es que las obras ganadoras pasan a formar parte de la colección de creación contemporánea de Cervezas Alhambra crear / sin / prisa, por lo que el galardón supone toda una oportunidad para los artistas participantes.
Un año más, Cervezas Alhambra invita a parar y perder la prisa en el Guest Lounge de ARCOmadrid 2023. Un espacio realizado por María Carmona Studio que invita a detenerse y a adentrarse en una experiencia sensorial donde el momento es lo único que merece la pena disfrutar.
La instalación se compone de una pieza principal que pretende llamar la atención de todos los visitantes a través de una esfera suspendida en el aire y compuesta de capas textiles entre las que moverse. A su alrededor, todo se detiene y el tiempo se convierte en el protagonista.
Sobre los artistas y sus obras
Pablo Capitán del Río ha trabajado en Glauca en colaboración con Sara Sorribes (Vidrio Sorribes). En este proyecto, el artista ha querido unir dos elementos aparentemente opuestos: el vidrio y la magnetita. Su relación con Granada es el vidrio de Castril y la magnetita que se extrae de la zona de la Vega, la Sierra de Baza y Sierra Nevada. De algún modo estos materiales parecen poner en tensión fuerzas contrarias, el flujo de la sílice al fundirse y la atracción que ejerce el imán natural. El resultado es una fusión entre el líquido y la piedra, entre lo que se retiene y lo que se escapa. Las planchas de vidrio reposan sobre una sólida estructura de hierro geométrica de metal que contrasta con la superficie acuosa del vidrio.
La pieza de Cristina Garrido, Recuerdo de la Alhambra, ha sido realizada en colaboración de Julio Jiménez García, de Artesanía Nazarí. Una obra que constituye una aproximación material y sensible de la artista a los estudios de fotografía moriscos abiertos en las ciudades monumentales españolas en las últimas décadas del siglo XIX y hasta la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial. La instalación se compone de un doble arco de medio punto y los elementos ornamentales que lo flanquean, superpuestos a un croma a modo de photocall portátil, eco de las escenas que servían de fondo para los retratos, y se completa con elementos documentales que, más allá de contextualizar el proyecto, evidencian el pliegue temporal implícito en los elementos constructivos de los estudios de fotografía. El arco, construido a imagen y semejanza del de uno de esos estudios, reitera los errores que contenía el original en una secuencia caligráfica meramente decorativa, sin posibilidad de lectura.
En su obra Todas las formas, Irene Grau ha colaborado con Juan Carlos Iñesta de Domanises. La imagen nítida y conocida del palacio de la Alhambra recuerda que cada cosa que vemos oculta otra; muchas otras en realidad. Un primer indicio acerca de esto se encuentra tras el topónimo cristiano del palacio: “Alhambra” es un velo que difumina la voz árabe “al-Hamrá” (la roja), en referencia a la arcilla prensada entre sus terrosos muros, procedente del cerro de la Asabika. La arcilla roja, protagonista de esta obra, fluye en forma de canalizaciones cerámicas, inspiradas en los “atanores” que conducen el agua de manera subterránea en la Alhambra, y se deposita en forma de polvo sobre las láminas que la artista modela. Se aprecia la huella de sus dedos en la tierra roja, depositada capa a capa, en continuidad con las del artesano, quien a su vez ha dejado el rastro de sus manos en los “atanores”.
Almudena Lobera es la autora de Tempo de exposición, realizada en colaboración con la artesana Raquel Marí Adsuar de Bolillotuber. La obra se sirve de la técnica del encaje de bolillos para tejer una celosía de hilo y madera. El patrón del encaje reproduce formalmente el diafragma de una cámara fotográfica, poniendo en relación la percepción visual real (celosía) con la creada por los mecanismos de documentación (cámara fotográfica). Ambos elementos se basan en el mismo principio de tamizar la luz y ver sin ser visto. La artista, además de trabajar con la luz y la mirada, introduce sonido y las herramientas de la propia labor artesanal (bolillos y alfileres), enfatizando el carácter musical del proceso de producción. La pieza sonora mezcla grabaciones del sonido de la encajera con el sonido de las fuentes de la Alhambra, invitando al espectador a habitar la obra y a tener, como sucede en el monumento nazarí, una experiencia inmersiva más allá de lo visual.
Alberto Odériz ha trabajado en la obra Si se pareciera a algo, ya no sería el todo en colaboración con Miguel y Javier Muñoz, de Escayolas Muñoz. Un proyecto que extrae las formas de la Alhambra, las proyecta al presente y deja que emerjan nuevos significados. La relación entre lo natural y lo artificial que se dan la mano en La Alhambra, son el detonante para la obra, formada por una serie de esculturas en una escala, una forma, un material y un leguaje que nacen de la abstracción nazarí y sus reglas pero que acaban configurando un espacio diferente al del punto de partida. De esta manera, el artista propone un nuevo lenguaje a través de un conjunto de piezas cuyas combinatorias son múltiples y que adquieren sentido en su condición relacional.