Es indudable que las empanadas argentinas están de moda y en muchas grandes ciudades españolas es fácil encontrarlas en todas partes. Pero como suele ocurrir cuando se produce un boom tan grande, la calidad del producto no siempre es la mejor. Para saber identificar y distinguir una buena empanada argentina de otra que no lo es, hablamos con los responsables de Tita de Buenos Aires, quiénes con siete locales en Madrid, elaboran sus empañadas de manera artesana siguiendo las pautas de la receta tradicional argentina.
Aunque parezca una receta sencilla sin más complicaciones que un relleno sabroso y de calidad, hacer una buena empanada tiene muchos secretos, y algunos pasos que no puedes saltarte si quieres que el resultado sea excepcional. Para aprender en qué debemos fijarnos a la hora de escoger una empanada, hablamos con los responsables del obrador de Tita de Buenos Aires, donde las elaboran a diario y desde donde distribuyen a las siete tiendas que tienen en Madrid:
Correcta proporción relleno/masa. Una empanada debe estar bien rellena, pero sin pasarse porque eso provocaría que la empanada estallara: “Su secreto está en lo bien amalgamada que está la masa con el relleno. No es una masa que quede muy húmeda ni muy seca, tiene la consistencia justa” - asegura Marcelo Settimo, copropietario de Tita de Buenos Aires.
Relleno suelto y jugoso. Desconfía de las empanadas cuyo relleno está hecho un mazacote y en él es prácticamente indistinguible un ingrediente de otro. Este tipo de rellenos son el resultado de haber preparado los ingredientes en un procesador industrial, sin cariño ni cuidado.
Las empanadas pesan. Una buena empanada con una buena cantidad de relleno debe pesar, eso indica precisamente que está bien rellena.
Son irregulares. Cuando una empanada se cierra manualmente, el repulgue (pliegues de la masa) no es siempre igual, dependiendo de quién lo haga serán de una manera o de otra, es decir, las empanadas no serán uniformes ni tendrán todas el mismo aspecto.
Doraditas, pero sin pasarse. Las empanadas tienen un ligero color dorado, pero exactamente eso: ligero. Una buena empanada no debe estar demasiado hecha porque el relleno se secaría y el repulgue quedaría incomentible.
Se sirven calientes. Las empanadas no se toman frías, se consumen calientes y para que alcancen la temperatura ideal, se meten en el horno un par de minutos: “No deben calentarse en microondas para que la masa no se modifique y quede muy gomosa” - nos dice Marcelo.
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