Israel presente, una vez más, en una nueva edición de Fitur, una de las ferias de turismo más importantes de Europa. Inauguró el stand de Israel en FITUR la Embajadora de Israel en España Rodica Gordon, la directora del Ministerio de Turismo de Israel para España y Portugal, Dolores Pérez Frías y dos representantes del Ministerio de Israel en Jerusalén: Ami Alon y Michael Ben-Baruch.
El país mediterráneo presenta el producto de las city breaks a Jerusalén y Tel Aviv, una escapada corta de 4 o 5 días que permite conocer las diferencias entre ambas ciudades, un contraste que las convierte en un destino todavía más atrayente.
El país mediterráneo cuenta con un gran stand de 400 metros cuadrados en el pabellón 4 de IFEMA, donde estará presente un artista que amenizará a los visitantes con una divertida caricatura sobre paisajes de Israel. Además, el viernes tendrá lugar en el propio stand la Kabalat Shabbat, una ceremonia que incluye música y que da la bienvenida al sábado (shabbat), el día sagrado de los judíos, con el tradicional encendido de velas.
El stand de Israel cuenta con un total de 37 coexpositores, entre los cuales están la compañía aérea El Al, la municipalidad de Old Akko, 22 operadores del país, 12 cadenas hoteleras y la ciudad de Magdala.
Tel Aviv y Jerusalén, la doble escapada perfecta
Las dos principales ciudades de Israel están a 1 hora de distancia, un breve lapso de tiempo que se convierte en la excusa perfecta para disfrutar de ambas ciudades en un mismo viaje. Por un lado, Tel Aviv rebosa modernidad y ambiente joven. Es una ciudad en la cual se puede disfrutar del surf en sus playas y la vida en el paseo marítimo, del ocio nocturno de sus pubs o del shopping que puede realizarse en sus principales avenidas.
La gastronomía también toma un papel importante en la ciudad más cosmopolita de Israel, que es, también, una de las más vegan-friendly del mundo. Tel Aviv también tiene una faceta de lo más cultural, no solo por sus museos, también por los más de 4.000 edificios de la corriente arquitectónica Bauhaus que repartidos por la ciudad y que están reconocidos por la UNESCO.
En cambio, en un viaje a Jerusalén el turista se encuentra una ciudad milenaria, espiritual y pía. Un destino que alberga un icono mundial como es el Muro de los Lamentos, además de otros puntos de interés -especialmente para peregrinos y amantes de la historia- como la Vía Dolorosa, el Santo Sepulcro, la Torre de David o el Monte de los Olivos.
Sin embargo, Jerusalén también tiene otros grandes atractivos, como puede ser el mercado Mahane Yehuda, donde se mezclan un crisol de sabores, olores y colores que son la viva representación de la ciudad.
El desierto del Negev, naturaleza en estado puro
En Israel abundan los colores cálidos, entre rojizos, amarillos y marrones. Esto se debe a la geografía israelí, ya que el 60% de su territorio es un desierto, el del Negev que se caracteriza por sus páramos pizarrosos, cañadas y cañones arrasados por la erosión. En esta zona, ubicada en la parte sur del país, ofrece múltiples experiencias para conocerla de forma que quede un recuerdo imborrable en la mente.
En el Negev puede realizarse una gran variedad de turismo activo, desde trekking, senderismo, tours en jeep e incluso vuelos en globo aerostático para disfrutar de sus formas desde el aire. Además, con el añadido que el desierto del Negev se cataloga como amigable, en el sentido que es accesible, prácticamente siempre dispone de cobertura y hay servicios médicos cercanos.