Los canales de Tierra del Fuego son un escenario único para los amantes de la navegación. En el archipiélago más austral del planeta, enormes glaciares han ido esculpiendo una geografía majestuosa, de fiordos angostos que serpentean entre las cumbres nevadas de la cordillera de Darwin. Desde este cordón montañoso, descienden al mar laderas pobladas de bosques nativos o imponentes glaciares.
Este paisaje es el que explora Australis, una compañía de Cruceros de Expedición cuya flota de dos barcos fue especialmente diseñada para navegar por los canales angostos y poco profundos de la Patagonia Chileno-Argentina.
Con más de 30 años de experiencia en la zona, Australis ha trazado una ruta de 4 noches entre Punta Arenas y Ushuaia (y viceversa), que explora los rincones más ocultos de Tierra del Fuego y permite a sus pasajeros internarse en el corazón de la Patagonia, mediante excursiones diarias en botes zodiac. De este modo, pueden acercarse a solo metros de distancia de glaciares o pingüinos, caminar por playas y bahías vírgenes, recorrer bosques y alcanzar cumbres que ofrecen espectaculares panorámicas. Se trata de un contacto puro con la naturaleza por paisajes que han permanecido invictos de la mano del hombre.
Y aunque no existen rastros visibles de vida humana, las aguas de Tierra de Fuego sí guardan miles de historias de civilizaciones primitivas y antiguos navegantes, que hace siglos atrás llegaron desde el viejo continente en busca de nuevas rutas marítimas. Personajes históricos que van desde Hernando de Magallanes, hasta Charles Darwin y Robert Fitz Roy, recorrieron estos fiordos, se encontraron con las etnias locales y su impresionante forma de vivir y resistir el clima austral, y desafiaron sus embarcaciones a enfrentar los grandes oleajes que se levantaban una vez que abandonaban el archipiélago para salir al mar abierto. Entre esas historias, el Cabo de Hornos es todo un emblema. Se trata del punto más austral en el que se encuentran el océano Pacífico y Atlántico y que costó la vida de cientos de navegantes, sumergiendo embarcaciones completas.
Hoy, con cruceros de última tecnología y la mejor hotelería internacional a bordo, los pasajeros pueden recorrer con toda seguridad y un servicio de primer nivel estas rutas legendarias, acompañados por guías de expedición expertos en historia, glaciología, flora y fauna, que complementan la experiencia con charlas a bordo y en terreno.
Así, muchos eligen este crucero con el objetivo de desembarcar en el mítico Cabo de Hornos y caminar por este hito en la historia de la navegación mundial. Otros, se embarcan en busca de los paisajes majestuosos de la Patagonia y el contacto único con una naturaleza que se ha preservado prácticamente intacta por siglos. Sea cual sea el motivo, una vez a bordo, pasajeros provenientes de los más diversos países, se deleitan con una gastronomía de primer nivel, la atención siempre cordial y personalizada de la tripulación a bordo y la comodidad de cabinas y salones que hacen de este viaje, una travesía segura e inolvidable por el fin del mundo.