Festivales, mercadillos, decoración… La luz es protagonista en las fiestas de invierno en Holanda, Montpellier, París o en el Valle del Loira
La Navidad y el Año Nuevo en Europa son un espectáculo de luz y mercadillos coloridos, de edificios y avenidas decoradas y de fuegos artificiales. Todo ello para celebrar unas fechas que coinciden con los días del solsticio de invierno (el renacimiento del sol tras llegar a su punto más bajo), y que alcanzan su plenitud en las noches de Navidad y Nochevieja. Transavia, la aerolínea de bajo coste del grupo Air France-KLM, con vuelos desde 18 ciudades españolas, propone cinco propuestas para vivir unas fiestas deslumbrantes.
Ámsterdam Light Festival, arte y luz a raudales
¡Es la fiesta de la luz, sin duda! La capital holandesa celebra la 11. º Edición de esta cita, que este año recibe el sugerente título Imagine Beyond (Imagina más allá). Este festival cuenta con cerca de 30 obras de arte luminosas —instalaciones, esculturas y proyecciones de luz— que se distribuyen en distintos puntos de la ciudad y a lo largo de los canales de Ámsterdam. Entre el 1 de diciembre y el 22 de enero, las luces se encienden todos los días a partir de las cinco de la tarde y hasta las 11 de la noche con la excepción de Nochevieja, que limita su horario hasta las ocho de la tarde. Un espectáculo digno de ser contemplado tanto a pie como desde alguna de las embarcaciones especiales que surcan los canales con motivo del festival, en la denominada ruta “Water colors”.
Una Navidad con sabor mediterráneo en Montpellier
“Las Hivernales” es una cita ineludible en Navidad en esta preciosa ciudad al sur de Francia. Se trata de un mercadillo al aire libre con más de cien puestos de comerciantes y artesanos locales que ofrecen degustaciones de exquisitos productos gastronómicos de sabor mediterráneo (vino, quesos, mariscos…), junto a objetos decorativos, joyería y antigüedades. Ubicado tradicionalmente en la explanada Charles de Gaulle de Montpellier, cercana a rincones emblemáticos de la ciudad como el renombrado Museo Fabre o la Place de la Comédie, el centro se engalana y decora con luces espectaculares. También cuenta con múltiples atracciones ideales para los más pequeños, como un carrusel modernista de dos pisos, un árbol gigante y una bola del mundo, el trineo de Papá Noel, pista de patinaje, un belén estilo provenzal… Una delicia para los sentidos.
Fiestas de invierno campestres y luminosas en el Valle del Loira
El Valle del Loira ofrece la posibilidad de vivir una Navidad rústica y a la vez exquisita. La ruta comienza en la ciudad de Nantes, a orillas del río Loira, y prosigue con paradas en los preciosos castillos, que con la iluminación navideña son aún más mágicos, si cabe. Algunas de las citas recomendables son el mercadillo de Soles de Invierno en Angers, el Castillo de Chenonceau —cuya gran galería con un árbol gigantesco adornado es digno de cuento—; el mercado navideño del Castillo de Brissac, repleto de juguetes y artículos de madera o el Castillo de la Ferté-Saint-Aubin, donde es posible degustar deliciosos dulces navideños franceses. También se adornan profusamente el Castillo de Villandry y el de Cheverny, donde es posible contemplar preciosos belenes. Y así, castillo tras castillo; todo ello respirando el aire del valle y disfrutando de la bella campiña.
Róterdam, de mercadillo en mercadillo por toda Holanda
Róterdam es el punto de partida ideal para emprender una ruta por los mercadillos holandeses más destacados y cada vez más famosos. Empezamos en la ciudad de Dordrecht, que ofrece el mercadillo más grande del país. Con 200 puestos, se celebra entre el 14 y el 16 de diciembre. Importante disfrutar de alguno de sus célebres conciertos de campanas. La siguiente parada en la ruta es la ciudad de Valkenburg, que presume de contar con el mercado de Navidad subterráneo más grande y antiguo de Europa, emplazado en la cueva de Fluweel. Seguimos rumbo a Maastricht, en cuyo centro encontramos su mercado navideño, bajo el nombre “Magisch Maastricht”: imprescindible recorrerlo con un vaso de vino caliente y especiado entre las manos. A esta lista de mercadillos, podemos añadir los de las ciudades de Haarlem, Leiden y Heemskerk, igualmente atractivos y entrañables.
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Siempre nos quedará París, la Ciudad de la Luz
Navidad o no, París siempre ha sido conocida como la Ciudad de Luz. Todo en ella invita a perderse entre sus avenidas y sus calles, iluminadas en estas fechas de manera elegante y única. Una cita indispensable en la ciudad es contemplar el espectáculo de luces en el Arco del Triunfo en Nochevieja. También resulta una experiencia inolvidable cenar en un crucero por el Sena; y en cuanto a las compras, el Boulevard-Haussmann se convierte en un lugar aún más especial y exclusivo donde admirar la decoración de las grandes marcas. Las Galerias Lafayette también se suman a este festival de luz y color en Navidad gracias a la preciosa decoración e iluminación de su fachada y de su interior, con un árbol enorme que se ubica bajo la gran cúpula de la tienda.
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