Además de su unión de elementos modernos y tradicionales, Qatar se caracteriza por su fusión de distintas culturas e influencias de todo el mundo, un lugar donde viajeros de los cinco continentes se encuentran para una experiencia inolvidable. Ya sea entre las calles de Doha o en las dunas del desierto, la influencia de España es parte activa del país del golfo.
El sabor del Mediterráneo en Doha
En Qatar los sabores de su gastronomía más tradicional, caracterizada por influencias de países como India, Persia, el Líbano o el Norte de África, se unen a los sabores internacionales de algunos de los mejores cocineros del mundo.
Entre ellos, en Doha se encuentran dos restaurantes de uno de los principales chefs españoles: Dani García. Lobito de Mar y BiBo ofrecen en Doha una experiencia gastronómica única, con algunos de los platos más típicos de la península adaptados a la
capital qatarí. En Lobito de Mar se puede disfrutar de los mejores sabores del mar o la paella en pleno Doha, y BiBo es el lugar ideal para degustar unas tapas y la gastronomía mediterránea con vistas a la capital catarí.
Además, en la impresionante isla de Al Maha, se encuentra Tatel, otro de los grandes restaurantes españoles. Una propuesta que lleva a Qatar la cultura española a través a su tradición gastronómica y sus sabores mediterráneos, junto a una oferta de ocio y un programa de música en vivo, para crear una experiencia inigualable en la capital.
Edificios con firma española
Los edificios de Qatar presumen de los mejores arquitectos del mundo e increíbles diseños. Desde el Museo de Arte Islámico o el Museo Nacional de Qatar hasta rascacielos originales que marcan la diferencia en el skyline de Doha, como las Katara Towers (hoteles Raffles Doha y Fairmont Doha). Un cuidado diseño que también ha sido fundamental en los estadios de la Copa Mundial de la FIFA.
Entre ellos, el estadio 974, que lleva la firma del estudio de arquitectura español Fenwick Iribarren. Es, sin duda, una de las sedes más espectaculares del torneo, un innovador estadio construido a partir de contenedores marítimos, que acoge hasta 40.000 espectadores durante los partidos de la fase de grupos. Tras la competición, muchas partes del estadio se desmontarán y reutilizarán en otros lugares. Su nombre, además, hace referencia tanto al número de contenedores utilizados para su construcción como al prefijo telefónico del país.
Otro lugar que une a Qatar, España y el deporte es el nuevo Museo Olímpico y Deportivo 3-2-1 de Qatar. Inaugurado en 2022, el museo está dedicado a la historia del deporte, desde los antiguos juegos olímpicos hasta la actualidad, y refleja la pasión que el país del golfo siente por todas sus disciplinas. Con multitud de exposiciones interactivas y elementos únicos, es uno de los museos más innovadores del país, y lleva la firma del arquitecto español Joan Sibina, que se inspiró en los clásicos anillos olímpicos para el diseño circular del museo.
Arte y fútbol en el desierto
Entre la arena del desierto también se pueden encontrar lugares mágicos donde las culturas de Qatar y España se entrelazan. Uno de ellos es la instalación artística del español JoGisArt, Jordi Gil Fernández, que acoge en estas fechas el Mar Interior. En un entorno único, donde el mar se interna en las dunas del desierto qatarí, la obra en forma de portería enmarca una de las mejores vistas del país e incluye elementos del patrimonio de ambos países.
La instalación forma parte de la iniciativa Posts of Qatar, de Turismo de Qatar, que completan otras nueve porterías diseñadas por distintos artistas internacionales en honor a las naciones que han ganado con anterioridad el torneo. Hasta el 20 de diciembre, los aficionados y viajeros pueden conocer el país en una ruta por las porterías de los distintos equipos, ubicadas en los principales puntos que ningún viajero se puede perder en una visita al país, y conseguir las fotos más impresionantes.