Vueling, aerolínea perteneciente a IAG, y Cepsa han escenificado en Sevilla los avances de su estrecha colaboración para acelerar la descarbonización del transporte aéreo. Así, desde hoy y durante los próximos días, los vuelos que la aerolínea opere desde el Aeropuerto de Sevilla lo harán con combustible sostenible de aviación (SAF) proporcionado por Cepsa.
En concreto, más de 75 vuelos de Vueling despegarán del aeropuerto sevillano con un 4,5% de SAF en sus depósitos, superando el objetivo del 2% que establece la Unión Europea para 2025. Con ello, la aerolínea evitará la emisión de aproximadamente 500kg por vuelo.
En abril, Vueling y Cepsa firmaron un acuerdo para acelerar la descarbonización del transporte aéreo mediante la investigación y producción de combustibles sostenibles de aviación (SAF). El desarrollo de estos combustibles sostenibles es una prioridad para ambas compañías como herramienta para continuar reduciendo la huella de carbono del transporte aéreo y contribuir a la lucha contra el cambio climático y la consecución de la Agenda 2030.
Con la utilización de estos combustibles sostenibles las emisiones de CO2 a la atmosfera se podrán ver reducidas hasta en un 80%, con respecto al carburante convencional. Esta es una de las principales alternativas para descarbonizar el sector de la aviación, juntamente con la mejora de la eficiencia del espacio aéreo – donde Vueling ha sido pionera en establecer un grupo de trabajo con el gestor del espacio aéreo español, ENAIRE – y la operación de aviones más eficientes como los nuevos Airbus A320neo de la aerolínea.
De hecho, el SAF de Cepsa suministrado, durante estos días, a las aeronaves de Vueling en el Aeropuerto de Sevilla está producido por Cepsa a partir de huesos de aceituna y otros residuos vegetales del sector de la oliva en España y supone un claro ejemplo de economía circular. Además, este tiene una composición química idéntica a la del queroseno convencional y puede mezclarse y utilizarse en el motor del avión sin realizar ningún tipo de adaptación.
Actualmente, la mayor parte del SAF se produce a partir de residuos orgánicos (restos agrícolas o forestales, residuos urbanos, plásticos, aceites reciclados, etc.), pero ya se está trabajando en la producción de SAF sintético que estará producido a partir de CO2 capturado de la atmósfera e hidrógeno Verde (producido a partir de energías renovables), lo que permitiría una reducción de emisiones superior al 80%.
En este sentido, Vueling colabora con la Fundación Greennova, que está desarrollando tecnología para poder captar CO2 y también con la Spanish Hydrogen Network (SHYNE) y el Valle de Hidrógeno de Cataluña para impulsar la producción de hidrógeno verde con el que poder producir combustible sintético, también conocidos como e-fuels.
Además, Vueling ha llevado a cabo en los últimos años numerosas iniciativas que tienen como principal objetivo ser más sostenibles. Su plan de sostenibilidad incluye estrategias de reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera, gestión de residuos y reducción del ruido.
Entre las últimas acciones, destacan la consecución del certificado medioambiental de IATA por parte de la aerolínea, que fue la primera low cost del mundo en superar la prestigiosa certificación IATA IEnvA nivel 1 en 2020, o la implementación de un sistema que hace posible que sus clientes hagan una pequeña contribución voluntaria, que Vueling iguala, para que el mismo día de su vuelo se suministre combustible sostenible de aviación (SAF) a través de la colaboración con Avikor. Gracias a esta novedosa iniciativa ya se han suministrado más de 50 toneladas de SAF, reduciendo las emisiones en más de 150 toneladas o el equivalente a 30 vuelos entre Barcelona y Palma de Mallorca.
10% de vuelos sostenibles en 2030
IAG, grupo al que pertenece Vueling, se ha convertido en el primer grupo de aerolíneas de Europa que se compromete a operar el 10% de sus vuelos con combustible de aviación sostenible en el año 2030.
Vueling, como parte de IAG, comparte la visión de liderar la materia de sostenibilidad dentro del sector aéreo mundial. Es por ello que la compañía desarrolla todas sus acciones en el marco del programa Flightpath Net Zero, mediante el cual se ha establecido el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas de CO2 en el año 2050.