El Teatro Infanta Isabel ha levantado el telón con uno de los grandes títulos de esta temporada, “EQUUS” de Peter Shaffer…
Carolina África dirige a Roberto Álvarez, Álex Villazán, Jorge Mayor, Manuela Paso y Claudia Galán en la adaptación de Natalio Grueso de un texto universal.
El psiquiatra Martin Dysart recibe el encargo más difícil de su carrera profesional: deberá tratar a un joven que ha cometido un acto de una brutalidad atroz. El chico, Alan Strang, ha sido detenido por haberles sacado los ojos con un punzón a la media docena de caballos a los que cuidaba en un establo.
Roberto Álvarez interpreta al psiquiatra y Álex Villazán al chico…
Sobre estos dos personajes gira todo el thriller dramático de EQUUS. Un psiquiatra cansado, harto y aburrido de su vida privada y de su trabajo, que se enfrenta al, posiblemente, al caso más duro, porque tal y como nos comenta el propio Roberto Álvarez:
“Disart, el psiquiatra, vive en la duda profesional y personal, “¿puede haber algo peor que privar a alguien de aquello que venera?”. En el caso de Alan consistiría en destruir su pasión por un mundo ensoñado alrededor de los caballos, amputar partes de su alma es el trabajo de Disart hasta, se supone, convertirlo en un ciudadano normal. ¿Merece la pena? Disart vive en el lado opuesto, en una vida acobardada y carente de emociones, atenazado por sus dudas y encadenado a viejas teorías…”
Al final no queda mucho lugar para la esperanza porque si convierte al muchacho en una persona “normal” perderá su ilusión de vivir, pero si no deja encerrado allí terminará encarcelado…
El escenario es sencillo y permite que las transiciones sucedan sin interrumpir la acción, que va acumulando tensión y mostrando unos seres que sobreviven y que no encuentran una salida liberadora a sus enclaustradas situaciones…
Hasta el alegato final del psiquiatra, ese que para Anthony Hopkins ha sido uno de los pasajes de su vida profesional más recordados…
Ha sido una hora y cuarenta minutos, que al final consiguen que el público asistente se levante de sus asientos aplaudiendo, aunque quizá en sus cabezas sigan resonando los cascos de los caballos, sus relinchos y los gritos de terror del muchacho…
Si (
No(
