Las lluvias y tormentas registradas en el Pirineo y el Prepirineo a finales de agosto y principios de septiembre han avanzado la aparición de setas en las comarcas de montaña de Lleida, según han asegurado desde el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña (CTFC), con sede en Solsona. La temporada comienza habitualmente entre finales de septiembre y principios de octubre, y se prolonga hasta la llegada del invierno, en diciembre.
Los primeros buscadores de setas ya han empezado a coger en el Alto Urgel, la Alta Ribagorza, la Cerdanya y el Vale de Aran. Encuentran sobre todo níscalos, cepas y algunos rebozuelos, estos últimos fuera de Lérda, en el Bergadá . También pueden verse los primeros puntos de venta de setas en las carretera C-14 en el término de Orgañà (Alto Urgel) y en la carretera N-230 en El Puente de Suerte (Alta Ribagorza).
Se han contabilizado entre treinta y cincuenta litros por metro cuadrado en algunos puntos, con chubascos diarios durante días que han servido para empapar el suelo del bosque, pese a la extrema situación de sequía de este verano.
Esta humedad acumulada es la que hace calcular a los expertos micólogos del Centro Forestal que la temporada será buena con una previsión de una producción media de entre 50 y 60 kg por hectárea. Si no hubiera llovido, nada se habría podido recolectar por la fuerte sequía de todo el verano. Los investigadores del CTFC afirman que éste es el tercer año más seco del siglo, lo que hacía prever una afectación en la producción de setas. Sin embargo, las lluvias de finales de verano han hecho que los hongos hayan sido muy rápidos en salir y hayan aprovechado muy bien toda esta agua.
Tasa en Alíns
El municipio de Alíns, en el Pallars Superior , regula desde esta temporada la recolección de setas en todo el municipio y ha fijado una tasa de 5 euros por día que permite recoger un máximo de 10 kilos por persona en los bosques del término municipal. Hace extensiva así la regulación de la entidad municipal descentralizada de Araós, que lleva casi una década aplicando esta ordenanza para minimizar el impacto de la afluencia masiva de buscadores de setas en el bosque, especialmente en los más frecuentados como el de Virós de Araós, el de Virós de Ainet de Besan, la montaña de Alins o en Àreu, en el Valle Farrera. Dentro de esta área protegida en el Parque Natural del Alto Pirineo, el ayuntamiento de Esterri de Cardós también aplica una tasa por la recolección en los bosques de su propiedad. En este caso, es de 3 euros por persona y día con un máximo de 10 kilos.
Una regulación que también aplica desde 2014 el Valle de Arán, cuya ordenanza prohíbe la recogida de setas excepto a vecinos, residentes y turistas que pernocten en el valle.
En la última década han sido diversas las iniciativas para regular la presencia de buscadores de setas en los bosques, desde ordenanzas municipales hasta la implantación del carné de buscadores de setas en los municipios del Pirineo de Lérida. Incluso en 2018 la Generalidad llevó a cabo un plan piloto en Poblet para estudiar los efectos de esta actividad sobre los terrenos forestales y ordenar sus usos. La previsión era extender esta propuesta a bosques de su propiedad en el Parque Natural del Alto Pirineo, a los municipios de Sort, Rialp, Soriguera, Alto Aneo y Montferrer Castellbó. Sin embargo, no se llegó a un consenso sobre si fijar una tasa para acceder al bosque, limitar la cantidad de setas por persona y establecer sistemas similares a los cotos de caza.