Aunque agosto está llegando a su fin aún queda verano por delante y qué mejor forma de aprovecharlo que cerca del mar. La Costa Brava y el Pirineo de Gerona cuentan todavía con días luminosos y cálidos, perfectos para disfrutar de actividades náuticas, de días de playa o de una bebida fría en algún chiringuito. Estos seis planes para hacer en pareja, solo o con amigos van desde degustar vinos envejecidos en el fondo del mar o gambas recién pescadas hasta contemplar el atardecer desde una tabla de paddle surf o con un buen cóctel a pie de playa.
Aventura Robinson
A través de una ruta combinada de paseo en barco y senderismo se puede descubrir la belleza de la costa del macizo del Montgrí y sus impresionantes acantilados, con más de 80 metros de altura. Durante la jornada, se desembarca en una pequeña cala para el baño. El regreso a puerto se realiza con un agradable paseo en el que se puede observar la flora y fauna del Parque Natural del Montgrí, las islas Medes y el Bajo Ter, y su curiosa historia, que cuenta incluso con una antigua base militar americana.
Menú maridado con vinos del mar
El Hotel Cala Jóncols el primer hotel de la Costa Brava en obtener el certificado Biosphère, lleva a cabo una experiencia que permite degustar vinos envejecidos bajo el mar, mimados por las corrientes submarinas y con toques en el paladar que sorprenden. Una experiencia única que se complementa con un menú degustación, una combinación de recetas tradicionales y modernas, elaborada con productos de km.0.
Un amanecer en Paddle surf
Contemplar la salida del sol en una tabla de paddle surf es una experiencia única e irrepetible. El completo silencio que se percibe encaja a la perfección con el momento mágico del despuntar del sol en el horizonte. Poder observar por un lado una preciosa cala de la Costa Brava y del otro, el sol, saliendo lentamente, es sin duda una vivencia increíble. Esta experiencia, ofrecida por el hotel Bell Repos de Playa de Aro, incluye también una noche de alojamiento.
Degustación de gambas en altamar
Embarcando en el puerto de Palamós al caer la tarde, esta experiencia ofrece la posibilidad de navegar por el corazón de la Costa Brava a bordo de un barco clásico de la región y degustar las famosas gambas rojas de Palamós recién pescadas. Serán sutilmente cocinadas sobre una capa de sal y maridadas con un vino blanco DO Ampudán. Un auténtico paseo marinero de unas tres horas de duración.
Vía Ferrata Cala del Molí
Situada en San Feliu de Guíxols en plena Costa Brava, es la única vía ferrata del mundo sobre el mar. Se trata de una ruta con paredes de granito naranja y cuarzo que, en contraste con los tonos azules del mar, hacen de la vía ferrata Cala de Molí una de las más bellas de Cataluña. Construida en el 2002 y remodelada posteriormente, esta vía ferrata tiene dos tramos, uno para principiantes y otro para deportistas, está abierta todo el año y cuenta con guías especializados para vivir la experiencia con plenitud.
Degustar la comida marinera de los chiringuitos de la Costa Brava
La Costa Brava y el Pirineo de Gerona es una región con una gran fama a nivel gastronómico con una cocina ligada al mar y a la montaña. Más allá de sus reconocidos restaurantes (algunos con estrella Michelin), durante los meses de verano los chiringuitos juegan un papel muy importante, por lo que degustar una paella, unas sardinas a la brasa o un plato de mariscos en ellos es una experiencia que no puede perderse. Los amantes de la barbacoa y la música en directo deberán acercarse a Xiringuito X, situado en playa Rubina, Ampuriabrava; además, acepta perros y es perfecto para un mojito frente al mar. Para degustar una buena paella o una crema catalana, el Restaurant La Pelosa, en Rosas es un imprescindible, mientras que si se quiere un lugar tranquilo en Lloret de Mar hay que plantarse en Cala Banys Cocktail Bar al atardecer.