Julio es el mes por excelencia de la lavanda, no hay más que ver los turistas que cada año por estas fechas se acercan a contemplar la floración de sus campos en Brihuega (Guadalajara). Y ya junto con la menta, forman una pareja perfecta que cuenta con enormes beneficios para nuestra piel, multiplicando todas sus propiedades. Principalmente, tienen un poderoso efecto calmante y relajante que alivia tanto el estrés como la tensión del día a día. Por ello, la firma norteamericana BCL SPA dispone de una gama exclusiva de productos con un sistema de cuatro pasos a partir de la combinación de lavanda y la menta, con una mascarilla, una crema para masaje, un exfoliante de azúcar y sales de baño naturales.
Los efectos calmantes de la lavanda son increíbles para la mente y el cuerpo, alivian tanto la tensión como la ansiedad, y por sus propiedades tonificantes, equilibrantes y relajantes, se utiliza especialmente para pieles grasas. Además, ayuda a matar las bacterias de la piel, la limpia y cura sin obstruir los poros. Sobre esta actúa como un tónico hidratante y antiinflamatorio. Gracias a las propiedades de la lavanda, se cuida la piel de una forma sana y natural, garantizando que esté radiante e hidratada. Se puede aplicar en una rutina diaria sin ningún problema, incluso en las pieles más sensibles.
Por su parte, la menta posee propiedades anti-inflamatorias que calman la piel irritada mientras que la vitamina A la fortalece y reduce el exceso de grasa. Ambas juntas, la menta y la lavanda, se recomiendan a personas que busquen relajarse y eliminar el estrés.