En Las Palmas de Gran Canaria el arte y la historia están presentes en cada esquina. La capital, cosmopolita y puente entre culturas, es perfecta para cualquier tipo de viajero. Desde sus playas a su gastronomía o sus museos, pasando por sus preciosos barrios históricos, se trata de un lugar en el que perderse es un verdadero placer. Pero además de todo lo que la ciudad tiene que ofrecer como destino urbano, cuenta también con entornos naturales en los que descubrir la impresionante naturaleza autóctona canaria y respirar aire puro.
Caminando o en bicicleta, estas rutas permiten conocer otra faceta de la ciudad y aprovechar el mejor clima del mundo durante todo el año. Los característicos vientos alisios de la capital permiten mantener unas temperaturas perfectas incluso en plena ola de calor, cuando en la capital se mantienen sus 25 grados típicos del verano.
El Sendero Azul con vistas al Atlántico
El mar es una parte fundamental de Las Palmas de Gran Canaria, donde la playa de Las Canteras es el centro del día a día de la vida de la capital y el puerto parte de su esencia. Para respirar el aroma salado de la costa de la ciudad no hay nada como recorrer el Sendero Azul, que conecta la playa de Las Canteras −reconocida como Mejor playa urbana de Europa por Tripadvisor− con la bahía de El Confital.
El sendero atraviesa alguno de los puntos más importantes de la ciudad, como El Atlante, obra de casi nueve metros de alto levantada con piedras de lava y declarada Bien de Interés Cultural (BIC); el Auditorio Alfredo Kraus, uno de los edificios más emblemáticos de la capital; el Paseo de las Canteras, siempre lleno de vida; o la Cícer, cuna del surf en la ciudad.
A lo largo de estos 7 kilómetros de recorrido, además de hacer deporte o pasear tranquilamente, se puede aprender más sobre la historia de la ciudad y sus playas, gracias a los paneles de información que se encuentran a lo largo del sendero. La cultura del surf, la grabación de la película Moby Dick en los años 50 o la Cueva de los Canarios son solo algunos secretos de la ciudad que conocer mientras se disfruta de una de las mejores vistas de la capital.
De Vegueta al Jardín Botánico, rodeado de palmeras canarias
En el corazón del barrio de Vegueta, origen de la ciudad hace ya más de cinco siglos, comienza esta ruta que lleva de la ciudad a la paz y tranquilidad de la naturaleza del Jardín Botánico Viera y Clavijo. A lo largo de los 7,5 kilómetros que separan el centro de la ciudad y el jardín, la ruta se adentra en el barranco del Guiniguada, donde caminar o pedalear rodeado de las palmeras canarias, uno de los elementos naturales más típicos de la zona, y descubrir las cuevas aborígenes en el camino.
Un recorrido que completar con una visita al Jardín Botánico Viera y Clavijo, un imprescindible si se quiere aprovechar al máximo la tranquilidad en sus más de 27 hectáreas repletas de la flora y botánica más característica de las Islas Canarias −y hogar del Lagarto Gigante de Gran Canaria, especie originaria de la isla. Este jardín botánico, el más grande de España, ha conseguido crear en sus 70 años de historia un entorno único para conocer no solo la flora canaria, sino también de las Azores, Madeira o Cabo Verde, entre otros muchos rincones del mundo. Nada como disfrutar de un paseo a través de sus distintos espacios separados por ecosistemas, como el Bosque de Laurisilva o la Plaza de las Palmeras, pasando por El Jardín del Mundo, en el que se incluyen cinco áreas con las especies más representativas de cada continente.