Weserbergland: montañas, bosques y ciudades medievales
La región de Weserbergland fascina al viajero con paisajes increíbles, cordilleras rocosas y ciudades dignas de ver como, por ejemplo, la ciudad principesca de Bückeburg, Hamelin, famosa por el flautista del cuento, y Hannoversche Münden. Alexander von Humboldt dijo de esta última que era una de las siete ciudades con los emplazamientos más bellos del mundo. Y casi 200 años después todavía se puede decir lo mismo de esta antigua ciudad de casas entramadas, situada en el valle entre los ríos Werra, Fulda y Weser y rodeada de sierras cubiertas de bosques. Los viajeros que no deseen explorar la región a pie pueden recorrer en bici la ruta ciclista de largo recorrido más popular de Alemania o también pueden viajar a bordo de un vapor turístico.
Ostwestfalen-Lippe: senderismo, ciclismo y relax
Más allá de los centros turísticos de Renania del Norte-Westfalia, la región de Ostwestfalen-Lippe brinda un montón de posibilidades para disfrutar de unas vacaciones relajadas rodeado de mucha naturaleza, cultura interesante y propuestas para el bienestar.
El bosque de Teutoburgo es perfecto para practicar el senderismo. Los viajeros que recorren la Ruta Ciclista del Weser tienen la oportunidad de visitar la reserva ornitológica de la UE en la ribera del Weser, la abadía de Corvey, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, y la antigua ciudad comercial de Höxter. También queda cerca el mayor tesoro cultural del este de Westfalia, la catedral de Paderborn.
Uno de los mayores atractivos de la región para quienes buscan el bienestar es la ciudad balnearia de Bad Oeynhausen con su Avenida del Clima Mundial y el Aqua Magica Park.
Uckermark: bellezas naturales, soledad y palacios
Apartado del resto del mundo: el norte de Brandeburgo, desde el Uckermark, pasando por la región de Ruppin hasta llegar a Ostprignitz, es el lugar perfecto para disfrutar de la tranquilidad y el relax. Theodor Fontane, Federico el Grande y Kurt Tucholsky ya contaban maravillas de esta región. En ella el viajero encontrará naturaleza en estado puro, por ejemplo, en la Reserva de la Biosfera de Schorfheide, con más de 240 lagos, numerosos cenagales y bosques de pinos y hayas. O en el Parque Natural de los Lagos de Uckermark y también en diversos parques de animales salvajes como el de Kunsterspring en Neuruppin.
¿Interé la cultura? Hay que visitar pintorescas ciudades como Angermünde con sus casas entramadas, Prenzlau con sus siete iglesias y con las famosas torres de la puerta de la ciudad o también palacios y residencias señoriales históricos como el palacio de Boitzenburg, el palacio Meseberg en la región de Löwenberger Land y el Plattenburg, el castillo con el foso más antiguo de todos los conservados en el norte de Alemania.
Osnabrücker Land: ciclismo, bienestar y asombro
En el oeste de la Baja Sajonia se extiende hasta la frontera holandesa un paisaje rico en contrastes con ciudades, castillos y localidades balnearias muy interesantes. Las amplias praderas de las riberas del Vechte, el Ems y el Hase alternan con bosques y áreas naturales protegidas.
Los ciclistas encontrarán trayectos de ensueño en el Osnabrücker Land: la Ruta Ciclista del Ems conduce hasta las encantadoras ciudades de Lingen, Meppen y Quakenbrück hasta llegar al mar del Norte.
¿Ganas de bienestar? En las localidades balnearias de Bad Essen y Bad Bentheim todo gira en torno a los remedios curativos naturales de las aguas salinas y el azufre, sin olvidar el imponente castillo de Bentheim construido en el siglo XII. El viajero también conocerá historias apasionantes en Osnabrück, la ciudad de la paz, que se ha mantenido joven y dinámica gracias a sus universidades a sus 30.000 estudiantes.
Wendland y Altmark: la magia de la frontera interalemana
Separadas durante mucho tiempo y siempre unidas por el río Elba, tres de las rutas turísticas más interesantes del país atraviesan las regiones de Wendland y Altmark: la Ruta Alemana de las Casas Entramadas, la Ruta del Románico y la Ruta Europea del Gótico de Ladrillo.
Así que hay mucho que ver: desde pueblos pintorescos, pasando por pequeñas ciudades medievales con casas entramadas hasta antiguas ciudades de la Hansa como Stendal y Tangermünde.
Pero la naturaleza también ofrece atractivos increíbles: la reserva de la biosfera “Paisaje fluvial del Elba” es la reserva de este tipo más grande del interior de Alemania y en 1997 fue reconocida por la Unesco como uno de los últimos paisajes fluviales naturales de Centroeuropa. Cerca de 260 variedades de aves viven en las orillas del Elba, entre ellas miles de grullas.