Chipre cuenta con una gran cantidad de pueblos tanto costeros como de interior que complementan la ya atractiva oferta turística de las ciudades de la isla.
Escondidos en las montañas o a los pies del mar, la isla de Chipre, además de poseer algunos de los yacimientos más antiguos de la humanidad o algunas de las mejores playas del mundo, también alberga pintorescos pueblos dignos de la mejor postal que no te puedes perder en tu ruta por la isla de Afrodita.
Ahora, llegar a Chipre es más fácil que nunca gracias a los paquetes turísticos que ha preparado Politours 360 con vuelos directos que conectan 9 aeropuertos españoles, además de Oporto, con la isla.
Ayia Napa, el pueblo de las playas de ensueño
A pesar de su popularidad, Ayia Napa es un antiguo pueblo pesquero de la costa chipriota con apenas 3.000 habitantes. Eso no impide que sea uno de los más conocidos de toda la isla precisamente por ser uno de sus principales focos turísticos. Situado en la parte oeste de Chipre y al sur del distrito de Famagusta, Ayia Napa reúne algunas de las playas más bellas no sólo de toda la región, sino de todo el Mediterráneo.
La playa de Nissi suele estar entre las más conocidas, gracias a sus aguas cristalinas y a su fina arena blanca, pero otras menos exploradas como la de Latchi Adams ofrecen un mayor espacio de tranquilidad para quienes quieren escapar de las aglomeraciones. Ayia Napa es conocida asimismo por su ambiente festivo y nocturno, por lo que se ha convertido en los últimos años en uno de los destinos favoritos entre los jóvenes que deciden buscar en Chipre el exotismo entre oriente y occidente.
Platres, en el corazón de la montaña
Platres es un pueblo de interior que se encuentra en la zona sur de la cordillera de Troodos, la principal cadena montañosa de la isla. Perteneciente al distrito de Limassol, tiene fama de ser una de las localidades más antiguas de Chipre y forma parte de los que se conocen como los pueblos del vino.
Opera como estación de esquí en invierno sin que en verano su atractivo sea menor. Sus pistas se convierten en un circuito de lo más atractivo para quienes buscan la adrenalina de la bici de montaña o el trekking. Además de poder contemplar desde aquí Chipre en toda su inmensidad, Platres también destaca por ser uno de los pueblos más pintorescos de la isla. De hecho, durante la época británica se convirtió en un complejo turístico distinguido, destino de distintas personalidades de renombre como el rey egipcio Faruq o la escritora inglesa Daphne du Maurier. El pueblo es el lugar perfecto para quienes buscan un paraje natural que contraste la belleza de las playas chipriotas y, sobre todo, para quienes quieren encontrar un remanso de paz en el interior de la isla.
Kakopetria, el punto de inicio para explorar las iglesias bizantinas
Sin bajarnos de la montaña, a orillas de los ríos de Kargotis y Garillis se encuentra Kakopetria, en la cara septentrional de las montañas de Troodos. Siendo uno de los pueblos más altos de la región, en el centro del Valle de Solea, Kakopetria es conocida en todo Chipre por la variedad de sus cultivos y la calidad de sus frutas, en especial la de sus manzanas. Su casco antiguo, lleno de callejuelas estrechas y empedradas que recuerdan a su época medieval, es un regalo para quienes se adentran en la vida interior de Troodos en busca de descanso.
Kakopetria, además, es también conocida por sus pequeñas, antiguas y cuidados monasterios y capillas, entre los que destaca especialmente Agios Nikolaos Stegis, una de las iglesias bizantinas pintadas de la región de Troodos, que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco entre 1985 y 2001.
Foini y las mejores cerámicas de Chipre
Entre otros pueblos famosos en la sierra de Troodos, uno de los imperdibles es Foini, que se encuentra dentro de un valle en las cercanías de Platres. A media hora de distancia de Limassol, Foini es principalmente conocido por su tradición ceramista y por sus famosas phitaria, unas tinajas de barro que se elaboran manualmente y que cuentan con siglos de historia.
Foini es un precioso pueblo del interior de Chipre que, gracias a su disposición geográfica, ofrece una fotogenia de postal con el privilegio de algunos de los mejores atardeceres que se pueden obtener en toda la isla. Cerca del pueblo se encuentra también la cascada de Hantara, una de las más populares de Chipre, a la que se accede tras unos senderos de piedra y que nos ofrece un paisaje de naturaleza y flora chipriota de indudable belleza.
Yeroskipou, la ciudad de los jardines de Afrodita
A pesar de sus apenas 8.000 habitantes, es el segundo municipio de mayor población en el distrito de Pafos, también uno de los más visitados. La mitología, muy asociada en Chipre a la figura de Afrodita, señala a Yeroskipou como el lugar donde la diosa griega cuidaba de sus jardines, muy presentes también en el nombre de la propia ciudad: ieros, que en griego significa sagrado, y kipos, que significa jardín.
Yeroskipou es una visita obligada para quienes visitan la ciudad de Pafos y, aunque uno de sus principales atractivos turísticos es la iglesia bizantina de Agia Paraskevi, su reclamo más importante va directo al paladar. En la localidad se producen las delicias de Afrodita o delicias chipriotas, que son caramelos cubiertos de azúcar en polvo aromatizados con agua de rosas, uno de los dulces más populares de toda la isla.
Poli Crysochous, una explosión de belleza natural
Poli Chrysochous, también conocida simplemente como Polis, es una villa que se encuentra al noroeste de la isla, en el centro de la Bahía de Chrysochous. Es reconocida como una de las zonas más bellas de todo el país gracias a su proximidad a la reserva natural de la península de Akamas. Cerca de Polis se encuentran también los archiconocidos baños de Afrodita, donde, como cuenta la leyenda, la diosa de la belleza se citaba con su amante Adonis, símbolo de la eterna juventud. Una de sus playas más populares es la de Latchi, una demostración física de todo el potencial costero de la zona, donde se conjuga a partes iguales calma y belleza natural.
Maroni, el pueblo de las casas blancas
Maroni es un pequeño pueblo de la provincia de Lárnaca, en el sur de la isla. A pesar de no ser uno de los municipios más conocidos de la isla, sus calles angostas, empedradas y sus decenas de casas encaladas de azules ventanas recuerdan tanto al sur de España como a la vida de las islas griegas. Asentamiento humano desde la Edad del Bronce, Maroni, además, se encuentra a tan sólo unos kilómetros de Choirokoitia, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Chipre y uno de sus puntos turísticos más populares. Choirokoitia, aldea que fue abandonada en torno al año 6.000 a. C., fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998.
Kato Pyrgos, una forma única de disfrutar el verano
Pese a encontrarse en la región de Tylliria, bajo dominio turco, este municipio de la bahía Morphou pertenece a la zona sur grecochipriota, junto a la Línea Verde que separa las dos partes de la isla. Los picos de actividad y movimiento en el pueblo se dan en verano, cuando muchos turistas se alojan en Pyrgos para disfrutar de su magnífico clima y de sus playas. En esta misma época se organizan numerosos espectáculos, donde tanto locales como turistas participan en eventos de danza y música en los que se celebra el privilegio de joya estival en el que se convierte Chipre cada año.