El total de ventas realizadas en la 81ª Feria del Libro de Madrid asciende a 10.207.000 euros. Supone un incremento del 2% respecto al año 2019. El dato de afluencia de visitantes supera los tres millones. Ni las temperaturas extremas ni la activación de alertas por viento, que obligaron a cerrar antes del horario habitual el último sábado, han impedido que se superen los datos de 2019.
La Feria del Libro de Madrid cerró el domingo con cifras que han hecho historia en relación a las ventas realizadas por los expositores que han facilitado a la organización sus resultados (356 de 423). El total asciende a 10.207.000 euros; comparado con 2019, supone un incremento del 2%. Aunque participaron menos expositores hace tres años, se toma como referencia por reunir condiciones similares al año en curso en cuanto al aforo (sin restricciones) y a la distribución de los espacios expositivos (desde la Puerta de Madrid hasta el Paseo de Uruguay del parque madrileño de El Retiro).
Según ha podido averiguar la dirección de la Feria consultando fuentes oficiales, esta cita con los libros y sus autores ha atraído hasta el Paseo de Coches de El Retiro, lugar en el que se celebra desde 1967, a 3.100.000 personas durante 17 días (del 27 de mayo al 12 de junio).
La 81ª Feria del Libro de Madrid generó en la comunidad lectora una gran expectación y una euforia generalizada desde que la nueva dirección, con Eva Orúe a la cabeza, empezó a compartir información sobre la marcha de sus preparativos. Se ha podido leer desde entonces y en múltiples canales #HayGanasDeFeria. A falta de contar con un País Invitado de Honor, el tema del viaje daría el juego suficiente como para diseñar una programación cultural acorde a todo tipo de público. «Hojea el mundo» era el lema.
Sin lluvia y con mucho calor
Durante el primer fin de semana, un gran número de expositores confesaron que sus ventas superaban ya con creces las de 2019 correspondientes a ese mismo periodo. Pero las altas temperaturas han disuadido a lectores y lectoras de acudir a la cita con los libros y la lectura en El Retiro. Consecuencia de ello ha sido la ralentización del ritmo de la adquisición de ejemplares en las 378 casetas a partir de la segunda semana.
A ello se suma que, contrariamente a lo esperado por estas fechas, la lluvia no hizo ningún amago de aparecer. En su lugar, los expositores se vieron sorprendidos por una alerta roja por fuertes rachas de viento que les obligaron a modificar su calendario de firmas programadas para la tarde del último sábado de Feria. Pese a la mejora de las condiciones, pasando de alerta roja a naranja, no todos pudieron adelantar el momento del encuentro de los autores/as con los lectores/as en sus casetas, lo cual repercutió negativamente en sus cuentas de resultados.
La Feria tampoco pudo recuperar todas las actividades programadas para esa tarde, dado que ante la evacuación previa prevista para las 19:00, un gran número de participantes ya habían reorganizado sus agendas.