Valmaseda, la primera villa de Vizcaya, acoge en Semana Santa, la mayor tradición religiosa de la comarca de las Encartaciones y la más célebre del Pais Vasco..
Llega la Semana Santa y con ella las ganas de descubrir cómo se celebra la tradición religiosa más importante. Y es que en pocos lugares se vive estas fechas con tanto fervor y entrega como en la villa medieval de Valmaseda, que ha convertido su Pasión Viviente en la mayor festividad religiosa de la comarca de Encartaciones y en la más antigua y célebre del Pais Vasco.
La actividad principal de la Pasión Viviente se centra en el Jueves Santo por la noche y el Viernes Santo por la mañana, durante los cuales se desarrolla la representación de los últimos momentos de la vida de Jesús de Nazareth. La Pasión se representa de forma viva desde finales del siglo XIX y ha ido evolucionando a lo largo del tiempo incorporando diferentes personajes y escenarios, alcanzando así, el realismo y la emotividad que la caracteriza.
Comprometidos por la herencia de la tradición generación tras generación con la responsabilidad de hacer sentir a los demás las últimas horas de la vida de Jesús, sus habitantes se vuelcan en cuerpo y alma cada año. Hoy en día, son más de 700 personas las que participan en esta tradición excepcional, mantenida durante siglos, y que cada año atrae a miles de visitantes a Balmaseda, la que fuera primera villa de Vizcaya.
Alguno de sus pasos data del siglo XIX. Acompañados por la Guardia Romana, los Penitentes, la Coral Kolitza y la Banda de Música realizan su recorrido por el casco histórico finalizando, el viernes por la noche, con la popular “Procesión del Silencio”.
La espléndida interpretación y teatralidad de los actores y actrices, el vestuario, el maquillaje, el aura del escenario viviente del casco histórico, junto a sus calles y plazas, hacen vivir a sus visitantes una experiencia inolvidable.
Además, durante todo el año, se puede visitar en esta villa el Centro de Interpretación de la Pasión Viviente. El museo alberga algunos de los elementos más representativos de la Semana Santa valmasedana. Desde los elaborados trajes de los protagonistas del Vía Crucis hasta los pasos utilizados en las procesiones, además de imágenes, vídeos, paneles informativos e innovadores efectos especiales sobre esta tradición. También se hallan unos magníficos retablos de la época y un órgano de 1777.