Las islas Baleares son uno de los destinos turísticos por excelencia de España. En la comunidad autónoma balear nunca van a faltar playas, monumentos, pueblos encantadores, atardeceres, calma, ni fiestas nocturnas.
El tirón de las Baleares es tal que son muchas las personas que vienen de otros países y adquieren inmuebles en Mallorca, Ibiza, Menorca o Formentera con la idea de establecerse en este pequeño paraíso mediterráneo.
Hagamos un repaso de los puntos de mayor interés de estas cuatro islas.
Mallorca
La isla de Mallorca es, con permiso de la alocada Ibiza, el centro neurálgico de las islas Baleares. Si viajas en avión o en barco a Palma de Mallorca aprovecha para visitar la catedral de Santa María, la única en el mundo que se refleja en el agua. El castillo de Bellver es otro de los imprescindibles de la capital, como el palacio de la Almudaina.
Fuera de Palma, visita los pueblos de la sierra Tramontana: Sóller, Pollença, Fornalutx y Valldemossa. Las misteriosas cuevas del Drach son otro de los reclamos de la isla. Pasa tiempo tostándote al sol en la playa de Muro y pasea por la ciudad más antigua de Mallorca: Alcudia. Si prefieres lugares más “modestos”, las calas del norte de Mallorca son perfectas: cala Mitjana, cala Estreta…
Ibiza
Conocida mundialmente por ser la Isla de la Fiesta, Ibiza es un destino turístico de primer nivel. Todos los años llegan visitantes de todos los rincones del mundo para pasar unos días maravillosos. No hace falta que hagamos hincapié en que la noche ibicenca tiene una enorme variedad de entretenimientos. Los mejores djs pinchan en los mejores clubes: Pachá, Amnesia, Ushuaia…
Pero además de su juerga nocturna también hay que destacar sus maravillosas playas: Es Portitxol, Cala d´Hort, Cala Conta, Sa Figuera Borda, Cala Bassa, Cala Tarida… y podríamos seguir hasta el infinito.
Y como Ibiza es mucho más que eso, visita alguno de sus mercadillos (Las Dalias, Es Canar, Sant Jordi y Sant Joan de Labritja) y también piérdete en el parque natural de Ses Salines.
Las puestas de sol de Ibiza son una pasada. Reserva, al menos, una tarde para ver la de Es Vedrà. En cuanto a poblaciones, Eivissa y su casco histórico de Dalt Vila no te defraudarán, como tampoco lo hará Santa Eulària des Riu.
Menorca
En Menorca vas a encontrar la mezcla perfecta entre lo mainstream de Mallorca y el turismo súperrelajado de Formentera. Una isla preciosa que también goza de ese espíritu ancestral mediterráneo de pueblos pesqueros, playas paradisíacas y largos días de cielos azules.
Empieza por Mahón, la capital de la provincia, y no dejes de visitar la localidad de Ciutadella. Los faros son una de las señas de identidad de esta isla, así que no te pierdas ni el de Favaritx ni el de Artrutx ni el de Cavalleria. Deambula por las callejuelas del pueblo blanco de Binibeca. Haz la antigua ruta del Camí de Cavalls y visita la Cova d´en Xoroi, pura magia. Tampoco te olvides de viajar al pasado en el conjunto arqueológico de la Naveta des Tudons.
Formentera
La gran infravalorada y desconocida de todas las islas Baleares es Formentera, la isla jipi. Su tamaño es reducido, tanto que puedes recorrerla en motocicleta.
La playa de Ses Illetes y sus aguas cristalinas, la cala de Caló d´es Mort, el faro de La Mola, el faro Cap de Barbaria son visitas obligadas, al igual que el mirador de Formentera.