El amor está en el aire. En San Valentín son muchos los que buscan sorprender a sus parejas con una experiencia, ¿y qué mejor que una escapada romántica? Los datos de viaje de Kiwi.com, empresa en tecnología de viajes online, muestran que España es el destino europeo más reservado para viajar entre el 11 y 14 de febrero y el segundo a nivel mundial, solo por detrás de Estados Unidos. En comparación con 2021, las reservas para estas fechas se han quintuplicado, mientras que en comparación con antes de la pandemia, en 2020, la cifra prácticamente se ha duplicado (1,9 veces).
Checos, alemanes, daneses y franceses serán las principales nacionalidades en visitar España el Día de los Enamorados, con Tenerife, Barcelona, Madrid y Málaga como destinos más demandados. Con una media de cuatro días de viaje, las rutas Viena-Barcelona, Copenhague-Tenerife y Praga-Málaga son algunas de las que más tráfico concentran y, en conjunto, sitúan en 221 euros el gasto medio en transporte aéreo.
Los datos de Kiwi.com indican que los españoles no irán muy lejos de casa para estas fechas. La mayoría ha elegido realizar un viaje por España, seguido de Alemania, Italia y Hungría. Para aquellos que estén todavía sin plan, más allá de los destinos cliché por excelencia, la compañía propone cinco alternativas de viaje originales que enamorarán al mismísimo Cupido.
Georgia
San Valentín es la época ideal para rememorar historias míticas del amor, ya sea del correspondido o el que más suspiros roba… el amor prohibido, como es el caso de los trágicos amantes de Verona. Sin embargo, lo que algunos no saben es que en Batumi existe la versión georgiana de Romeo y Julieta. Ali, un joven musulmán, se enamoró de Nino, una princesa cristiana de Georgia. Ambos hicieron lo posible por estar juntos a pesar de sus diferencias culturales, pero la guerra puso fin a su romance. Su historia inspiró a la artista georgiana Tamar Kvesitadze para crear dos esculturas de ocho metros de altura que, cada día a las siete de la tarde, llenan de magia el puerto de la ciudad. Las representaciones en movimiento de Ali y Nino se acercan lentamente la una a la otra y, durante un fugaz instante, el amor triunfa cuando logran fundirse en un beso pero, inmediatamente después, vuelven a permanecer separados hasta el día siguiente, recreando el amor que nunca pudo ser.
Brujas
Conocida como la “Venecia del norte”, en Brujas no hay gondoleros cantando ‘O sole mio, pero los canales rodean la ciudad como si de un collar de perlas se tratara. Aunque el aire romántico se respira en cada esquina, hay dos lugares especialmente encantadores: el Lago del Amor y los pintorescos puentes de Groenerei. Otros planes casi tan dulces como los famosos chocolates belgas son recorrer las calles adoquinadas en carruaje o hacer un picnic en el parque de la Reina Astrid.
Praga
Se dice que Cleopatra se bañaba en leche para rejuvenecer la piel, pero hay una manera mucho más divertida de lograr el mismo resultado: ¡con un baño de cerveza! La República Checa presume de su gran cultura cervecera, y su devoción por esta bebida les ha llevado a crear los primeros beer spa del mundo. A diferencia de su vecina Budapest, los balnearios de Praga distan mucho de los tradicionales. Aquí, en lugar de piscinas de agua caliente, el viajero puede sumergirse en una barrica de roble hecha a mano llena de extractos naturales utilizados en la producción de cerveza (lúpulo, levadura y malta), mientras bebe todas las pintas checas que desee. Tras el baño, los enamorados pueden relajarse en una cama de paja al calor de la chimenea y degustar pan de cebada recién horneado.
Suiza
El cielo es azul, pero no todas las rosas son rojas… ¡Y algunas hasta son comestibles! En el pueblo de Bellelay proponen celebrar el mes de los enamorados con un ramo hecho de Tête de Moine AOP, el famoso queso suizo que se corta con la girolle para darle la inconfundible forma de flor que, además de estética, potencia su aroma y sabor.
Continuando con la seductora ruta de quesos, no pueden faltar una parada en Gruyères, el queso sin agujeros que no necesita presentaciones; la región favorita de Sherlock Holmes, Emmental; y Appenzellerland, donde se produce el queso más exclusivo y aromático de Suiza. Si a esto le sumamos una buena copa de vino, con los Alpes como telón de fondo, y una auténtica fondue, el viaje promete ser inolvidable.
Noruega
Cuando la inmensa mayoría piensa en una escapada romántica por San Valentín, seguramente le venga a la mente París, la Ciudad de la luz. Sin embargo las luces del norte son aún más mágicas si cabe… ¿Acaso hay algo más romántico que divisar el baile celestial de la “dama verde” bajo el cielo nocturno? La costa norte de Noruega y las regiones de Laponia son algunos de los mejores lugares del planeta para ver la aurora boreal, ya que incluso con una actividad solar relativamente baja, hay muchas probabilidades de contemplarla.