Febrero es el momento ideal para instalar una cubierta, que mantendrá el agua a mayor temperatura y alargará entre 6 y 8 semanas el tiempo de uso de la piscina.
España es el tercer parque de piscinas del mundo, después de EEUU y Francia. El gran número de horas de sol que tenemos nos convierten en el lugar idóneo para utilizar las cubiertas de manera eficiente y sostenible.
Falta poco para que el tiempo de frío se pase y comencemos a poner los ojos en los días de calor y al aire libre. Es por eso por lo que febrero y marzo son las fechas perfectas para instalar una cubierta de piscina, diseñada a medida. Abrisud, el principal fabricante de cubiertas de piscina de Europa, nos explica los motivos por los que compensa, sin lugar a dudas, invertir en cubrir la piscina con un producto de calidad.
Mejora la rentabilidad: según los datos de Arbisud, una cubierta de un hotel camping incrementa la rentabilidad hasta un 20% el primer año y un 30% el segundo. Esto se debe a que una cubierta prolonga la vida útil de la piscina al quedar al margen de las inclemencias meteorológicas y garantizar a sus clientes deporte, descanso y bienestar durante más tiempo. En la primavera y el otoño una cubierta inteligente acumula calor y eleva la temperatura del agua entre 6 y 8 grados, por lo que es posible disfrutar del agua durante más tiempo, lo que desestacionaliza servicios y aumenta la tasa de ocupación.
Ahorro energético y económico: las cubiertas de piscinas climatizadas minimizan la evaporación del agua y reducen los costes de climatización entre un 50% y un 70% por debajo del consumo habitual. También contribuyen al ahorro de agua.
Sostenibilidad: las cubiertas inteligentes fabricadas por Abrisud pueden ser alimentadas por energía solar, que es limpia y eficiente. Además, la empresa apuesta por un modelo de fabricación de proximidad, que reduce la huella de carbono y permite una mejor atención al cliente. Todas las unidades se fabrican bajo demanda, evitando así la superproducción y manteniendo la sostenibilidad en los procesos.
Seguridad infantil: el 58 % de los ahogamientos de menores en espacios acuáticos ocurren en piscinas, y más del 29% de los ahogamientos de menores ocurren fuera del periodo estival. Una cubierta de piscina es una medida de protección activa frente a este tipo de accidentes. Es una garantía para los clientes y para los propios establecimientos.
Menor mantenimiento: ayudan a prevenir la contaminación externa, manteniendo el agua más limpia, libre de hojas, polvo y suciedad, lo que reduce el tiempo de mantenimiento y el uso de productos químicos para la limpieza, minimizando el impacto ambiental y los costes.
Una de cada dos cubiertas de piscina que se instala en Europa es de Abrisud. Una posición que se debe principalmente a la inversión en I+D+I y a la customización, flexibilidad y oferta completamente adaptada a los clientes.