La directora de Marketing y Comunicación de Arum Group, Elodie Casola, participó el pasado 19 de noviembre en un webinar enmarcado en el MedaWeek Barcelona, el Mediterranean Hotels & Hospitality Forum, en el que defendió que pese a la gran recesión que ha vivido el sector de la hotelería y la restauración a causa de la pandemia, hay segmentos como el de los resorts y las branded residences que permiten abonar el optimismo, dado que han sido prácticamente los únicos nichos del negocio turístico que en estos momentos han conseguido superar las cifras que tenían antes de la pandemia y ahora incluso se han convertido en objeto de deseo por parte de los grandes inversores.
El webinar, titulado ‘Construyendo el sector de la hospitalidad mediterránea con más resiliencia’, permitió constatar que lamentablemente no todo el sector turístico puede presumir de buenos resultados, expectativas y optimismo en estos momentos. Así lo planteó Ghassan Aidi, presidente de la IHRA (Asociación Internacional de Hoteles y Restaurantes), que dibujó un panorama muy complicado para el sector de la hotelería y la restauración en la región no solo para este próximo 2022, sino también para 2023.
“Me temo que no volveremos a ver la edad de oro de la restauración y la hotelería de antes del coronavirus”, dijo Aidi, ya que “todo ha cambiado mucho, no tenemos el mismo público y han cambiado hasta los empleados, porque hay menos que nunca y menos formados”. La foto para 2022 y 2023, insistió Aidi, “no pinta muy brillante”, dado que el consumidor actual “busca hoteles más económicos y menos días de estancia de lo habitual”, lo que incide también en la formación del personal en los hoteles y que éstos, además, no puedan ofrecer un servicio de calidad por esa carencia del personal, que ‘ha emigrado’ a otros sectores más estables, por lo que en su opinión, “la situación no es muy positiva”.
Sin embargo, Elodie Casola, de Arum Group (que gestiona resorts como Abama, en Tenerife, o La Manga Club, en Murcia), apostó por el optimismo y sostuvo que, pese a las perspectivas generales del sector que relató Aidi, hay nichos como el de los resorts que tras la pandemia han salido “más fortalecidos que nunca”, ya que la combinación de toda una oferta variada dentro de un mismo espacio genera un enorme atractivo para el cliente en búsqueda de un lugar en el que pasar las vacaciones con gran comodidad, espacio y, sobre todo, seguridad.
Por ello, apuntó la directiva de Arum, las branded residences son en este momento el producto de más éxito en la variada oferta de los resorts, un nicho que en estos momentos incluso supera la demanda existente antes de la pandemia. Elodie Casola recordó que las branded residences permiten disfrutar de servicios de hotelería de lujo en residencias completamente equipadas, con el añadido además de que puedes ostentar su propiedad, decidir cuánto tiempo al año pasas en ellas y rentabilizar la inversión acometida el tiempo en el que no estás en ellas.
El debate en este foro incidió en cómo las compañías de hotelería y restauración tuvieron que adaptarse y reinventarse durante la pandemia. Al respecto, Casola explicó que en Arum Group “la comunicación non-stop fue clave, tanto dentro de la compañía con todos los equipos de trabajo, para reinventarse, como con todos los clientes, a los que imposibilitados de viajar se les proporcionó un sentimiento de pertenencia” a través de sus teléfonos y de los mensajes que hacía llegar el resort, que iban desde la evolución de los datos locales de la pandemia como de las constantes mejoras dentro del resort o las medidas que se iban tomando para adaptarse a la nueva realidad.
Hubo casos, recordó incluso Casola, de clientes que decidieron pasar el confinamiento en nuestro resort, conscientes de la seguridad, el alto nivel de servicios y la calidad en la atención que mantenían tanto los hoteles como las ‘branded residences’.
“Todo este aprendizaje nos hizo resilientes y fuertes, conscientes de que las cosas podrían funcionar bien en este tipo de entornos incluso en los momentos más complicados”, dijo la responsable de Marketing y Comunicación de Arum Group, que explicó que en términos de sostenibilidad y desarrollo tecnológico, la compañía avanzó en dos años lo que hubiera sido impensable en diez años sin esta pandemia.
Esta innovación tecnológica, sin embargo, carece de sentido si el marketing “de un destino, un resort o un hotel no está muy basado en la realidad, porque cuando el cliente llega al producto que tan bien le hemos presentado debe encontrar exactamente lo que prometimos”, subrayó Casola.
Hasta este momento, nunca los grandes inversores habían contemplado a los resorts como una de sus grandes apuestas, algo que sí veían en los hoteles de ciudad, por ejemplo. Los cambios del cliente y la búsqueda de espacios amplios y seguros para pasar las vacaciones o, en caso de que suceda de nuevo, lapsos de tiempo de confinamiento, explican el alto interés que este tipo de oferta turística integral está teniendo entre los inversores y los ‘nuevos viajeros’. “Lo que no podemos hacer es la misma hotelería que hacíamos antes. Debemos adaptarnos a las nuevas tendencias y cambios que se han producido en el mercado y aprovechar el avance tecnológico para analizar mejor el mercado y adelantarnos a las transformaciones que se vayan produciendo”, apostilló.
“Todo el tema digital está bien, pero también debemos volver a lo offline (a distribuir un catálogo, un dossier o un simple flyer) y a la organización de eventos, por supuesto, que permitan a la gente conectar, hacer networking y acentuar el apartado de sociabilidad que tanto han echado de menos nuestros clientes”, concluyó.
En la sesión, que estuvo moderada por la experta en tendencias el sector Horeca, Eva Ballarín, también participaron Ghassan Aidi, presidente de IHRA & MHRA, Jalil Mekouar, CEO de inHovate Solutions, Aadel Benyoussef, CTO de inHovate Solutions, Tomeu Bennasar, CEO de Soltour Travel Partners, Roger A. Allen, CEO de Resources por Leisure Assets, y Amine E. Moukarzel, presidente de Golden Tulip MENA/Louvre Hotels Group.