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Las de Villadiego
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Las de Villadiego

Alojamientos en medio de la naturaleza en la provincia de Burgos

lunes 22 de noviembre de 2021, 10:43h

Te revelamos cinco tentadores secretos para vivir un turismo rural especial en la provincia de Burgos: un torreón restaurado entre los paisajes de postal de Las Merindades; un pueblo abandonado rehabilitado en Villadiego; una antigua parada de carruajes en medio del Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón; una vieja posada en el corazón de Las Loras; y una bucólica casa tradicional plena Sierra de la Demanda.

Cuando el estrés y la rutina aprietan, la naturaleza y el slow travel es la mejor de las recetas y entregarse al placer del turismo rural el mejor de los planes. Y ya seas de los que se energizan con buenas vistas, gastronomía y vida contemplativa, o seas de los que prefieren activarse con rutas y descubrir rincones con encanto, encontrar una buena ubicación para perderse, desconectar y respirar en la provincia de Burgos es sencillo. Entre sus pueblecillos (¿sabías que Burgos es la provincia con más municipios de España?) salpicando sus cuatro parques naturales y sus infinitas extensiones de paisajes de postal, encontrar la casa rural a tu medida no te costará mucho.

Nos vamos a detener en una experiencia rural diferente: la de los alojamientos singulares que, con sus historias personales, particularidades constructivas o emplazamiento privilegiados, proporcionan un plus vivencial. He aquí cinco imprescindibles para marcar en la hoja de ruta para una escapada rural singular por la provincia de Burgos.

Un coqueto hotel en las siempre pintorescas Las Merindades

Hablar de Las Merindades burgalesas es hacerlo de paisajes de alto impacto, naturaleza en estado puro, rincones de postal y pueblos con encanto y mucha historia. Uno de ellos es Espinosa de los Monteros, el lugar que vio nacer a Juan de Salazar y Espinosa, quien en el año 1537 fundó la ciudad de Asunción, en Paraguay. Historia aparte, la de Espinosa es una ubicación privilegiada, con sus paisajes pintados por valles profundos de origen glaciar, bosques, extensas praderas y escarpadas montañas, que junto con el buen puñado de planes de naturaleza y cultura que ofrece hacen del lugar la base de operaciones perfecta para una escapada rural. Si además disfrutamos del placer de un alojamiento singular, la perfección es absoluta.Las de Villadiego

En la parte más alta y antigua de la ciudad, en la que, paseando, se puede admirar esa típica arquitectura castellana tan evocadora y fotografiable, a base de soportales, galerías y fachadas singulares, se ubica Torre Berrueza, un edificio del siglo XII rehabilitado con todo el mimo y detalle para hacer de él un lugar único. Un encantador lugar, de ésos donde las vigas en el techo, las chimeneas y los sillares se funden en coquetos rincones coronados con pequeños detalles actuales.

El hotel cuenta también con un restaurante basado en la cocina tradicional en los que la carne de la zona norte de Burgos y los pescados frescos de la cercana costa vizcaína son protagonistas.

Un pueblo abandonado, preciosamente rehabilitado en el radio del Geoparque de Las Loras

La historia de Villalibado no es una historia cualquiera: es una historia de superación, esfuerzo e implicación en la España vaciada, con el resultado de un destino idílico para una escapada rural singular. Durante más de treinta años este pueblo ubicado junto a la localidad de Villadiego, a 39 kilómetros de Burgos, estuvo semiabandonado. Tras un cuidado proceso de rehabilitación y el empeño personal del artista Juan Ansótegui, “que un día pasaba por allí”, el resultado es un bonito complejo de turismo rural con el plus de una preciosa historia detrás.

Las de Villadiego” es un pueblo rehabilitado completo, piedra a piedra, de la mano de Juan y su familia. Las casas del maltrecho y abandonado Villalidabo, fueron restaurándose poco a poco hasta convertirse en un precioso pueblo rehabilitado, con una maravillosa casa solariega del siglo XVII, múltiples casas rurales y un torreón. Se puede alquilar en conjunto, para grupos, o individualmente.

A la singularidad del emplazamiento y su fascinante historia individual, se suman múltiples atractivos que hacen del lugar una ubicación perfecta donde refugiarse de rutinas y salir de ellas. Incluido en el Geoparque Las Loras, el primer geoparque de la Unesco en Castilla y León, es un buen punto de partida para disfrutar de la espectacularidad de este paisaje dibujado a base de cortados calizos, cuevas, cascadas y cañones.

Imprescindible acercarse a Villadiego y, aparte de sus paradas culturales, hacer su particular ruta de los murales, street art rural en estado puro altamente recomendable (e instagrameable).

Una antigua posada en el Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón

Casa Rural La TobaCon el empaque y porte típicamente castellano que le confiere su estatus de antigua posada del siglo XVIII y parada de carruajes, La Toba se alza imponente a los pies del Hayedo de Carrales, en pleno Parque Natural de Hoces del Alto Ebro y Rudrón. Estamos en el corazón de las Merindades, en un entorno plagado de tesoros naturales y también artísticos, escondidos en pequeños pueblos pintorescos llenos de historias por descubrir.

Para los amantes de la naturaleza, puntos clave en su ruta serán por supuesto el Hayedo de Carrales, uno de los más bellos, extensos y mejor conservados bosques caducifolios de toda la provincia, cuyo espectáculo aún se engrandece más en otoño, con sus inspiradores tonos ocres embriagándolo todo. También la bonita cascada de Las Pisas o el Monumento Natural de Ojo Guareña, a solo 20 kilómetros de la casa, el complejo kárstico más grande de España y uno de los mayores de Europa y un pozo sin fondo de descubrimientos fósiles.

Para los amantes de los pueblos bonitos, el pintoresco Puentedey, construido sobre un puente natural, Sedano, el pueblo que enamoró a Miguel Delibes, o Pesquera del Ebro, con su casco histórico lleno de casas nobles y palacios de los siglos XVI al XVIII y sus preciosos miradores con vistas al Cañón del Ebro, son algunos imprescindibles.

Pero volvamos a la casa, a La Toba, el lugar ideal para recogerse después de una jornada entre pueblos típicamente castellanos y paisajes exultantes típicamente burgaleses. Una antigua posada, rehabilitada con todo mimo y cuidado, manteniendo sus muros, sillares y galería de madera, y reconvertida en dos casas rurales con capacidad hasta para 20 personas, con unas vistas para no olvidar.

Preciosismo en el corazón de Las Loras

El paisaje del Parque Geológico Las Loras es ya en sí mismo toda una experiencia: poder alojarse en su corazón, en una típica casona de pueblo rehabilitada, un pequeño gran lujo.

Afuera de sus anchos muros, el Geoparque llama a la exploración y la aventura, entre grandes páramos y cortados calizos, espectaculares cañones fluviales y cascadas escondidas. ¿Qué por qué el nombre de Las Loras? Precisamente las loras son esas monumentales fortalezas naturales creadas al capricho del clima y la peculiar geología kárstica del lugar, y que sirven de refugio para fauna y flora única y, también, para pueblos y culturas que a lo largo de los siglos se han asentado y desarrollado en estas tierras. Numerosos eremitorios rupestres, iglesias románicas y arquitectura popular dan cuenta de ese tesoro cultural oculto al abrigo de estas tierras singularesLar Maisterra.

Con un espectáculo adicional, gratis y para todos los públicos, para no perderse nadie: las puestas de sol. Los ocasos en este lugar son irrepetibles y no hay palabras que les hagan justicia. Simplemente hay que verlos.

Y en medio de todo ello… se alza Lar Maisterra. Se trata de un antigua casona tradicional castellana rehabilitada, ubicada en el pueblo de Fuenteodra, a orillas del río Odra (que por cierto esconde a esta altura otro tesoro de ésos que regala la naturaleza en este lugar: abundan las nutrias). En sus estancias se respira el encanto típicamente castellano, el de los anchos muros y grandes sillares, y el de la arquitectura popular burgalesa, con paredes con entramado visto de madera y balconada superior. Mezclado con detalles modernos en un ambiente muy singular, muy cálido y altamente tentador.

Bucolismo en estado puro en la Sierra de la Demanda

La villa de Urrez es especial: hace años ya fue galardonado por la conservación de su patrimonio, y el esfuerzo por seguir haciendo de este lugar el lugar bucólico y entrañable que es, se respira, se siente, se graba en la piel, sigue latente y haciendo de él un lugar perfecto para abandonarse al bucolismo en estado puro.

Apenas a 28 kilómetros de la ciudad de Burgos y 15 kilómetros de los Yacimientos de Atapuerca, Urrez se enclava en medio de la Sierra de la Demanda y disfruta del privilegiado menú cultural, natural y de ocio activo que ésta le provee. Las rutas de senderismo son sin duda uno de los sus platos fuertes, con la ruta del Ferrocarril Minero, el Sendero Minero o la ruta al Pico San Millán o la Sierra del Mencilla entre los grandes atractivos para hacer a pie o en bicicleta; además de la Ruta de Románico de la Sierra, un must para los amantes del arte.

En este entorno ideal para desconectar, olvidarse y activarse de la mano del slow travel, la Casa Rural de Cabrera tiene en su construcción (siguiendo el estilo de la arquitectura típica castellana) y sus vistas a las montañas y los campos donde pasta despreocupado el ganado, la mejor de las invitaciones al escapismo mental y la reconexión vital.

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