La capital balear cuenta con diferentes barrios con identidad propia y ritmos variados, en los que conviven pasado y presente, a través de sus edificios, monumentos y calles que se entremezclan con la modernidad y el ambiente más cosmopolita. Cinco barrios que toda visita a Palma debería contemplar son:
Santa Catalina, el barrio bohemio de Palma
El barrio de Santa Catalina conserva todavía el espíritu del antiguo barrio de pescadores, con sus casas tradicionales de colores. Aquí se encuentra el mercado más antiguo de la ciudad, donde se venden, no solo los mejores pescados frescos del día, sino una amplia gama de productos gourmet. Hoy en día, Santa Catalina se ha convertido un barrio bohemio con una gran oferta de gastronomía y restauración y una animada vida nocturna.
Sa Calatrava, historia de la ciudad
Situado en pleno casco antiguo, detrás de la Catedral de Palma, entre las calles empedradas de este barrio se encuentran palacetes, iglesias, casas y patios singulares que se pueden visitar. El Palacio Real de La Almudaina, los Baños Árabes, el Museo de Arte Contemporáneo o Es Baluard son algunos de los edificios, monumentos y museos que se ubican en esta área.
La Lonja, un barrio con vida
Este barrio, que alberga el reconocido edifico gótico de donde recibe el nombre, cuenta también otros edificios y elegantes palacetes, que hoy en día se han reformado y reconvertido en hoteles boutique. La Lonja posee también una gran vida nocturna, gracias las diferentes opciones de bares, restaurantes y clubs que existen en él.
Portixol, un barrio a orillas del mar
A las afueras de la capital balear, su cercanía y buena comunicación con el centro, lo hace ideal para conocer este barrio a orillas del mar. A lo largo del paseo marítimo de Portixol se encuentran varios restaurantes, tabernas y bares. Un barrio de moda, en el que el alma más cosmopolita convive con algunas de las cabañas originales de pescadores que todavía se mantienen.
Barrio Judío, historia medieval en una ciudad propia
Palma fue una importante ciudad medieval y como tal, contó con su propia judería. De hecho, el barrio judío de Palma, conocido como ‘Call Maior’, conformaba una especie de ciudad independiente, amurallada y con entradas propias a su interior. Aquí se encuentra el Centre Maimó Ben Faraig, que permite conocer la historia medieval judía de Palma del siglo XIV y que este mes de octubre ha ampliado su uso como centro de interpretación de la cultura judía y cuenta con una Oficina de Información turística. Por otro lado, se puede visitar la iglesia de Montesión, edificada sobre la original sinagoga mayor y en la que todavía puede observarse, entre las ranuras de las piedras de la base de la sinagoga original, pequeños trozos de papel que contienen deseos.