El próximo 13 de octubre el Teatro Real inaugurará su temporada de danza con el Ballet Nacional de España, dirigido por Rubén Olmo, con un espectáculo que celebrará el centenario de Antonio Ruiz Soler, uno de los bailarines y coreógrafos que más han marcado la evolución de la danza española en el siglo XX.
Para celebrar el aniversario de su nacimiento, el director del Ballet Nacional de España, Rubén Olmo, ha diseñado el programa Centenario Antonio Ruiz Soler, que reúne montajes fieles al original de piezas clave de su trayectoria, así como creaciones inspiradas en su estilo firmadas por el director, Miguel Ángel Corbacho y Carlos Vilán.
Estrenado en el Teatro de la Maestranza de Sevilla el pasado 15 de abril, el Ballet Nacional de España ofrecerá cuatro funciones de este programa en el Teatro Real de Madrid del 13 al 16 de octubre. Estará acompañado por la Orquesta Sinfónica de Madrid, dirigida por Manuel Coves, y contará con la participación como artistas invitados de la soprano Carmen Solís y el cantaor Juan José Amador ‘El Perre’ y se interpretarán composiciones del Padre Soler, Isaac Albéniz y Pablo Sarasate, además de la participación de los músicos y cantaores del Ballet Nacional de España en los temas flamencos. El 5 de octubre, el Teatro Real pondrá a la venta las entradas bloqueadas hasta completar el 100% del aforo tras el cambio de la normativa en la Comunidad de Madrid.
A lo largo de las cuatro funciones la compañía española desvelará el arte y la creatividad de esta figura única de la danza española con un programa compuesto por coreografías originales del bailarín, tratando de ceñirse lo máximo posible a su concepción original, así como otras inspiradas en su estilo, técnica y estructura.
De Antonio Ruiz Soler se han seleccionado las coreografías ‘Sonatas’, ‘Zapateado’ y ‘Fantasía Galaica’, tres creaciones emblemáticas que representan la cumbre de su talento dentro de tres estilos distintos: la escuela bolera, la estilización del flamenco y el folclore estilizado. Una cuarta creación, ‘Vito de Gracia’, desarrollada junto a su pareja artística, Rosario, recordará su paso por la meca del cine y la interpretación que ambos hicieron de este paso a dos en la película ‘Hollywood Canteen’.
La primera de ellas, Sonatas, refleja la influencia de la técnica de la danza clásica en el estilo de Antonio, que creó para esta suite una estructura de ballet clásico para una coreografía de estilo bolero que ambientó en la corte real del siglo XVIII, época del compositor de la música, el Padre Soler. La versión completa de esta obra no había vuelto a los escenarios desde su estreno en el Teatro de la Zarzuela en 1982 y la posterior gira. “Me parecía que era una obra muy rica como para que siguiera en el baúl”, señala Rubén Olmo.
“Tampoco podíamos dejar de incluir el ‘Zapateado de Sarasate’. Es el solo de flamenco estilizado que quizás le dio más éxito a Antonio Ruiz Soler, así como a muchos intérpretes de danza española que después lo han interpretado. Era su sello”, continúa el director del Ballet Nacional de España.
Fantasía galaica, con música de Ernesto Halffter, es la pieza coral que cierra el programa ‘Centenario Antonio Ruiz Soler’. “Es una de mis obras preferidas de Antonio, porque creo que es redonda. Todavía no se ha vuelto a crear una obra así”, concluye Rubén Olmo. Antonio Ruiz Soler estilizó en esta coreografía los bailes gallegos, reinterpretando técnicamente los pasos y potenciando la estética teatral, combinando un paso a dos casi de ballet con una alborada final que evoca una muñeira tradicional.
Completan el programa Leyenda “Asturias”, del coreógrafo Carlos Vilán, colaborador del maestro en los últimos años de su carrera, y ‘Estampas Flamencas’, creación de Rubén Olmo y Miguel Ángel Corbacho con la que actualizan los pasos creados por Antonio para zorongo, taranto, caracoles y, de forma especial, el martinete, ya que “fue el primero que bailó este palo flamenco, reservado hasta entonces al cante, y se lo reservó para interpretarlo siempre él en el escenario”, como recoge el dossier del BNE.
Para la elaboración del vestuario y la escenografía se ha desarrollado un extraordinario trabajo de investigación y recuperación de los originales, rehaciendo, copiando o inspirándose en los diseñados para su estreno. Así, por ejemplo, el escenario palaciego en el que tiene lugar ‘Sonatas’, procede de la escenografía de ‘Las bodas de Fígaro’ diseñadas por Daniel Bianco para el Teatro Real.
“Antonio renovó la forma de bailar y engrandeció aún más la danza española, además de ser el bailarín, coreógrafo y director más completo de la historia”, asegura Rubén Olmo, director del BNE. “Dominaba todas las disciplinas y creó montajes de folclore, danza estilizada, escuela bolera y flamenco maravillosos. Interpretó y coreografió películas tanto en España como en Hollywood. Era un genio y una de las figuras de la danza en España dotadas con un carisma especial. Antonio era único”, añade.