El Centro Condeduque estrena y coproduce el último espectáculo de KOR´SIA

La compañía de danza KOR´SIA estrena el espectáculo ИГРА/IGRA, primera coproducción del Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, de las 11 que se presentarán esta temporada.

Y lo estrenará el próximo 29 de septiembre.

La compañía KOR´SIA está formada por Antonio de Rosa, Mattia Russo y Agnés López Río, habitual asesora artística de sus propuestas.

Los orígenes de ИГРА/IGRA se remontan a Jeux/Nijinsky, una obra creada por el tándem Russo/Rosa. Fue una pieza corta, que tenía como eje el proceso creativo de esa obra de Nijinsky. El tema era amplio y de aquel primer proceso, quedaron las ganas de seguir y expandir las ideas.

ИГРА/IGRA supone esta expansión, en la que apenas quedan vestigios de su antecesora.

ИГРА/IGRA (Juego), la nueva pieza de la agrupación madrileña KOR´SIA, ha querido hacer justicia al reconstruir aquellas coreografías de los ballets rusos de principios del siglo pasado y mirar aquella sociedad desde hoy, en pleno 2021. Pero no se trata ni de una reposición, ni de una imitación y ni siquiera es una versión o una reinvención.

“Se trata más bien de una inspiración documentada, una obra de nueva creación que surge de una investigación rigurosa en esas obras, en la vida de sus creadores y el contexto en que se produjeron y estrenaron”, afirma Mattia Russo, uno de sus directores.

Compañía KOR´SIA

KOR´SIA se va definiendo como una agrupación a la que le gusta hurgar, mirar, revisar y analizar el pasado de la danza para revestirlo de presente. Se sienten guiados por dos pensamientos ajenos y complementarios. Por un lado, el de Paul Valery cuando aseguraba que “no hay poemas terminados, solamente hay poemas abandonados” y, por otro, el concepto de “archivo” del teórico André Lepecki, que da valor a retomar una obra del pasado como presente.

Los creadores Antonio de Rosa y Mattia Russo, directores de la agrupación, junto a Agnés López-Río, habitual asesora artística de sus propuestas, se dispusieron a crear ИГРА/IGRA en el estudio con los intérpretes. Y aseguran que “no fue nada fácil”.

No habría mayor dificultad si el intento fuese reponer estas creaciones del pasado. Pero hacia donde apunta su investigación, que ya ha dado títulos como Somiglianza, partiendo de La siesta del fauno, otra vez de Nijinsky, y su más reciente Giselle, es hacia una nueva coreografía que no rompe el hilo con su inspiración original del pasado ni deja de tener referencias y referentes que remiten a aquel momento, ahora reconstruido desde otro tiempo, el nuestro.