Vuelve la programación de 0 a 100 años al Teatro del Barrio

Un año y medio después, y justo a tiempo de la vuelta al cole, la programación de 0 a 100 años vuelve al Teatro del Barrio (Madrid). Llenará la sala de público de todas las generaciones atraídas por la cercanía del circo, el teatro y la música. Sí, hemos dicho circo. Porque las acrobacias callejeras de la Cía Vaques dejan su itinerancia para recalar en este escenario con Ye Orbayu, un espectáculo rural y trash. Además, el dúo internacional Canti Vaganti, uno de los hits de la cartelera del Teatro del Barrio, celebrará una década en la carretera con su título más conocido y premiado, Piccolino. Y la Compañía Percumento enganchará a los más jóvenes con los ritmos de su voz y percusión, en Aupa Leré. ¡Bienvenidas todas las familias!

Ye Orbayu. Cía Vaques. Del 17 al 19 de septiembre. Un par de hombres maduros y contundentes crean una pieza desequilibrada, agradecidamente grotesca, una danza desacompasada de bestias desoladas, un trío de seres desfasados tratando de seducir y seducirse. Una seducción que nos despierta la risa, dejándonos observar el equilibrio de sus cuerpos sin trampa ni cartón sobre mesas, sillas y botellas de cava.

Piccolino. Canti Vaganti. Del 19 de septiembre al 10 de octubre.

En Piccolino, un cine-concierto, los ojos se dirigen a la pantalla mientras que el sonido, los olores, el tacto y hasta el sabor entran por los demás sentidos. Una aventura visual en la que Piccolino, una oruga de plastilina verde, llega por accidente a una casa en el bosque. En cada estancia, por medio de los objetos que se va encontrando, se acuerda de una canción. La película que se proyecta, del ganador de Goya Giovanni Maccelli, es un homenaje a las canciones tradicionales infantiles italianas, españolas e inglesas. La música en directo se acopla a las imágenes poéticas y artesanales.
Aupa Leré. Compañía Percumento. Del 17 de octubre al 28 de noviembre. Teniendo como eje conductor los cuatro elementos de la naturaleza -agua, aire, tierra y fuego-, y añadiendo elementos característicos en las rutinas de la infancia (los juguetes, la luna y el sol, la merienda…) se suceden canciones originales con textos sencillos y pasajes musicales con instrumentos de la familia de la percusión. En la segunda parte del espectáculo, además, se reparten instrumentos de percusión entre el público asistente para realizar diversas actividades tocando y experimentando colectivamente la expresión y la creación artística.