Sol, playa y bares. Los clásicos reclamos que España tiene para que los turistas pasen sus vacaciones en el país, han evolucionado hacia la cada vez más recurrente compra de casas en el territorio por parte de extranjeros, que adquieren una segunda residencia fija para pasar sus vacaciones o jubilarse.
“La compra de inmuebles por parte de extranjeros es una tendencia que se viene registrando desde hace varios años”, señala Silvia Escámez, cofundadora de Finteca y Prohipotecas. Según el Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Inmuebles de España, en 2019 la compraventa de viviendas por parte de extranjeros supuso un 12,6% de las compras totales de todos los inmuebles en España.
No obstante, a lo largo del último año, las restricciones de movilidad han hecho que el turismo extranjero haya sido muy escaso y, con esta bajada, también ha descendido la compraventa de inmuebles por parte de extranjeros, en concreto entorno a un 10%. Sin embargo, con la llegada de la ‘nueva normalidad’, “no hay nada que indique que no vuelvan a aumentar”, señala Escámez, que por otro lado opina que la bajada no ha sido tan acusada, ya que siguen suponiendo un 11,3% del total. Además, la experta destaca que “en el caso de Finteca, en 2020 representaron un 12% de las hipotecas formalizadas y, en lo que llevamos de 2021, representan un 13%. Esto se debe a la digitalización que ha tenido lugar a lo largo del último año”.
“Es una situación temporal, de hecho, estamos viendo como el tipo de vivienda que compran los extranjeros, en lugares soleados, más cómodos con el teletrabajo, están experimentando un mayor interés en general”, considera la profesional. En este sentido, el experto apunta que la desaceleración sufrida estos últimos años ha sido a causa de la incertidumbre del Brexit, por lo que, tras haberse despejado el panorama “es posible que este colectivo vuelva a comprar más”.
Si lo comparamos con los datos de 2009, cuando las compras registraron un mínimo histórico, el crecimiento ha sido exponencial hasta la llegada del coronavirus, que ha frenado la tendencia al alza. “Desde el 2009 y hasta el 2019, la compra de viviendas por parte de extranjeros aumentó un 200%”, apunta Escámez, “aunque en los últimos años se venía experimentando una desaceleración en el crecimiento”, añade.
¿Cómo puede un extranjero acceder a una hipoteca?
Se considera que alguien no reside en España si permanece menos de 183 días del año natural en el país o no tiene el núcleo principal de la actividad económica en este territorio. “No todos los bancos dan hipotecas a extranjeros y, los que lo dan, suelen ser más exigente con el préstamo”, señala Escámez.
Estas condiciones afectan a los plazos de amortización o los máximos de financiación, que en la mayoría de los casos se dan porque se está adquiriendo una segunda vivienda. “Los plazos de amortización suelen ser de 20 años, 10 menos que las hipotecas convencionales, mientras que la financiación no suele superar el 50% del total”, afirma.
Escámez constata que por lo general “se suelen contratar hipotecas a tipo fijo” y a un interés más alto “por su condición de segundas residencias”.
Por último, se deben presentar en español una serie de documentos y la propiedad tiene que ser declarada en el país de residencia, por lo que deberá pagar el Impuesto sobre la Renta de no Residentes y el Impuesto sobre Bienes Inmuebles.
En busca del sol
El porcentaje de compraventa de viviendas adquiridas por extranjeros se dispara en zonas como Baleares, donde la compra asciende a casi el 30% del total, Canarias, Valencia o Murcia, donde supera el 20% del total de inmuebles adquiridos. “Es evidente que los destinos turísticos, con playa, sol y temperaturas agradables en invierno son los que más demandan los extranjeros”, señala Escámez.
En cuanto al perfil por nacionalidad, destaca el perfil europeo, siendo los británicos los que más vivienda compran con diferencia. Solo en 2018, acumularon el 15,5% de la demanda extranjera total, seguidos por alemanes y franceses, con 7,5% cada uno.
“Aunque los británicos han seguido comprando viviendas y se han mantenido estables a lo largo del tiempo, seguramente habría aumentado más sin el brexit”, finaliza Escámez.