Extremadura es sinónimo de desconexión. La Sierra de Gata y Monfragüe son solo algunas de las guardianas de sus centros termales, unos balnearios que se convierten en la opción perfecta y saludable en las escapadas a la región donde innumerables rutas tienen punto de encuentro.
Viajar a Extremadura es hacerlo a un oasis de tranquilidad para encontrar a una gran desconocida. Es un destino de visita obligada, que a veces se descubre por casualidad. Une cultura, gastronomía, historia y, sobre todo, sabe cómo prestar atención a la salud. Extremadura Termal es la marca que apuesta por aunar confort y buenos hábitos en un mismo producto. Cuerpo y mente, los auténticos protagonistas, se dejan seducir por los seis centros termales que la conforman -El Raposo, Salugral Termal Resort, Brozas, Fuentes del Trampal, Alange y Baños de Montemayor- y que, sin duda, invitan a disfrutar de ellos a través de los sentidos.
El Parque temático natural de Alqueva en Olivenza (Badajoz) es uno de los grandes atractivos turísticos de la región. En él se descubre la naturaleza extremeña, como también puede hacerse en el bosque de eucaliptos en el que se alzan las instalaciones del centro termal El Raposo, muy cercano a la localidad pacense de Zafra. Poseedor de unas magníficas aguas termales y lodos naturales, este balneario es especialista es tratamientos que mitigan los problemas derivados del reuma o las alergias propias de la piel como la psoriasis y los eczemas.
Símbolos de historia se esconden en cada uno de sus rincones como Mérida y su teatro romano; o el Geoparque de las Villuercas, uno de los recursos turísticos que dibujan la silueta de estos paraísos termales en los que se combinan las más avanzadas técnicas y tecnologías en los tratamientos. Situarse en la conocida Ruta del Vino Ribera del Guadiana, en Badajoz, y famosa por sus caldos, es otro de los atractivos de los que el viajero puede disfrutar. Así, cercano al balneario El Raposo, entre bodegas, colores ocres, tierra y verdes, se encuentra el centro termal de Alange, de carácter romano. Este balneario es especialista en mejorar las afecciones del sistema nervioso o problemas circulatorios, entre otros. Sus aguas medicinales, razón de ser del balneario, son ideales para reestablecer energía y equilibrio natural. Las tierras de Mérida y Vegas bajas son las guardianas de este centro.
Salpicando el recorrido del viajero y llegando hasta Cáceres desde Badajoz, éste podrá sentirse protagonista junto a los grandes personajes de la historia en la conocida como la Ruta de los Descubridores en las figuras de Nuñez de Balboa, Hernán Cortés o Francisco Pizarro. Sin duda, Extremadura es rica en patrimonio; la Ruta de Isabel la Católica en Cáceres y el Monasterio de Guadalupe encierran parte de la historia de uno de los protagonistas universales más importantes, Isabel de Castilla. En su búsqueda por el bienestar, el viajero puede descubrir los beneficios de las aguas que emanan de esta tierra, de evocación romana. Baños de Montemayor, en la Sierra de Gredos y Valle de Ambroz, es el lugar idóneo. Sus aguas, provenientes de dos manantiales, mejoran los problemas reumatológicos, las afecciones del aparato respiratorio, artritis y artrosis y además cuentan con el calificativo de aguas tonificantes y embellecedoras de la piel.
Para disfrutar de la excelente gastronomía extremeña, de buenos ibéricos como el jamón de bellota, las cerezas o los quesos, cualquier punto de Extremadura es el adecuado. Es tal su importancia que este año Cáceres ha sido designada Capital Española de la Gastronomía. Ésta, unida a destinos como Hervás, considerado como uno de los 17 rincones de España más bellos, le otorgan un mayor prestigio. En ella, se advierte la presencia de otro de los centros termales que conforman Extremadura Termal: El Salugral Termal Resort. Sus más de 75.000 metros cuadrados de extensión ofrecen una moderna instalación que está especializada en circuitos termales, terapéuticos y masajes relajantes. 37 habitaciones que se nutren de aguas termales descubiertas en 1889, salas de eventos y amplios espacios que dan cabida a los tratamientos termales más sofisticados tanto en estética y belleza como en los corporales.
El viajero amante del deporte y los descensos como los del río Alangón encontrará en el Balneario de Brozas, a las afueras de Cáceres y en plena dehesa extremeña, en la comarca de Tajo Salor, el espacio ideal para cuidar el cuerpo. Amplias y equipadas habitaciones, especializadas en técnicas húmedas indicadas para mejorar las dolencias del aparato locomotor, la piel, el sistema nervioso y la relajación así como aquellas respiratorias, de descanso y recuperación y de fisioterapia. Un paseo por la Sierra de Montánchez hará descubrir otro de los paraísos termales: Fuentes del Trampal, entendido en conseguir mejorar y paliar las dolencias del aparato locomotor, superar el estrés o la anemia. Sus aguas oligometálicas son beneficiosas para la salud y su hotel de tres estrellas se convierte en el escenario en el que desarrollar las técnicas de balneoterapia de la que es especialista.
Sin duda, Extremadura es un paisaje de insólita belleza, región de dehesas, alcornoques y cerezos que son bañados por el Tajo y el Guadiana y custodiados por la Sierra de Gredos.
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