Casi al final de La Manga, donde el mar Menor abraza al ‘mayor’ después de 24 kilómetros de separación, emerge, semiescondido entre palmeras y perfectamente mimetizado con las formas redondeadas de las dunas y la paleta de colores que dibujan el litoral murciano, Collados Beach: un oasis donde perderse y perder la noción del tiempo gracias al privilegiado entorno, a sus cuidadas instalaciones y a una oferta hostelera de nivel, que destaca tanto por un producto de primera perfectamente ejecutado como por lo esmerado de su servicio. El complejo alberga un restaurante, una barra de copas y un beach club –con una piscina de aguas turquesas y camas balinesas frente al mar–, a los que este año se suma un espacio de estreno: un sushi bar en la segunda planta.
Collados Beach representa un refugio de relax durante el día y un paraíso de diversión por la noche. Cuenta con un centenar de hamacas (50 en la playa y otras tantas rodeando la piscina) y seis camas balinesas y ofrece todos los servicios propios de beach club: toallas, vestuarios y carta informal en horario ininterrumpido (raciones, ensaladas, hamburguesas, sándwiches, pizzas y snacks).
Cualquiera además puede acercarse a su barra de coctelería (con una quincena de recetas clásicas, destilados premium y una buena selección de referencias de champagne por botellas) y, por supuesto, sentarse en su restaurante con vistas al mar, donde se sirve una cuidada propuesta gastronómica de inspiración mediterránea y base en el producto de proximidad.
EL RESTAURANTE DE COLLADOS BEACH
La cocina está supervisada por el prestigioso chef alicantino Nazario Cano –Odiseo, Murcia, reconocido con una estrella Michelin– y gira en torno al producto murciano y, muy especialmente, a los pescados y mariscos de la zona de San Javier. En la carta, destacan los salazones del Mar Menor (mojama de atún, hueva de mújol y semisalazón de atún rojo en aceite de lima), la empanadilla de boquerón con ají casero, los mariscos frescos de San Javier (según mercado) y los quesos de cabra artesanales de Collados Quesería, en La Sagra. Para compartir, merecen especial atención la parrillada de verduras del campo de Cartagena, los huevos revueltos con foie y trufa de la Sagra, las ensaladas (de langostinos o de salmón) y las rabas de calamar con mayonesa de berberechos. Y, como principales, pescados (como la lubina al corte sobre arroz salvaje y crema de romesco), arroces secos o melosos (a banda, de marisco, de pescado de lonja con ajos tiernos, de bogavante…) y caldero del Mar Menor que aquí se prepara con lomo de lubina en lugar de mújol.
NUEVO SUSHI BAR
La sorpresa de la temporada, recién estrenada, es que la primera planta se ha convertido en un espacio diferenciado del restaurante, dedicado a la cocina fusión nipona- peruana y con un acogedor ambiente, que se completa con espectáculo de cocina en directo y sesiones de DJ. La experiencia incluye un menú cerrado muy variado que irá actualizándose cada semana para que el cliente pueda repetir el cual estará compuesto por diferentes platos de ceviche, usuzukuri, tiraditos, tataki, sashimi, tartar, rolls…
EMBLEMA ARQUITECTÓNICO
El edificio en que se ubica Collados Beach, un icono de aspecto futurista conocido como ‘el OVNI de La Manga’ y enclavado en el espacio protegido de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, fue construido en 1976 por el arquitecto jienense Fernando Garrido, autor también del club Náutico de Santiago de la Ribera. Durante décadas fue la residencia de verano de Agustín Cotorruelo, predecesor de Vicente Calderón al frente del Atlético de Madrid y ministro de Comercio entre 1973 y 1974, y su esposa, la murciana María Luisa Soubrier, quien aún acude con frecuencia a recordar anécdotas como la de que la bóveda agüereada que cubre el chalet fue diseñada para «poder ver las estrellas antes de dormir». La piscina, estilo César Manrique, y la terraza, de sinuosas formas blancas que imitan dunas y que se funden con la arena de la playa, fueron añadidas en 2008.
Con capacidad para entre 50 y 300 personas en sus diferentes espacios al aire libre o techados, Collados Beach es además el escenario perfecto para celebrar desde una idílica boda de inspiración ibicenca frente al mar hasta un cumpleaños especial, un congreso o una presentación de empresa.