Para José Moro, presidente de Bodegas Emilio Moro, «un buen vino es aquel que hace que se te erice la piel». Por eso, más allá de una personalidad única y de un carácter organoléptico excepcional, sus vinos tienen la capacidad de emocionar, de hacerle a uno imaginar, cuando cierra los ojos y siente el líquido traspasar sus labios hacia el paladar, que está en ese momento y en aquel lugar que tantas veces recuerda y al que tanto ansía volver. El Zarzal, cuya añada 2019 es la tercera en el mercado, es uno de esos vinos que te trasportan al buen tiempo, a las tardes de verano frente al mar, gracias a su extraordinaria frescura, a su elegancia extrema y a la sutileza de sus matices que reflejan como ningún otro vino la identidad de la uva de la que procede.
Junto con La Revelía y Polvorete, El Zarzal es el resultado del proyecto de innovación de Emilio Moro en El Bierzo, una zona vitivinícola en plena expansión, y el fruto de su inquietud por añadir un blanco de calidad a su gama de tintos de Ribera del Duero. Se trata de un vino con una clara vocación varietal que respeta, sin renunciar a la frescura, el perfil aromático y las particularidades propias de la uva Godello, una variedad blanca que representa cerca del 6 % de la uva que se cultiva en la zona. El Zarzal proviene de viñedos situados al inicio de las laderas, un terreno de suelos franco-arenosos con exposiciones umbrías en las que la fruta se mantiene fresca e íntegra, y su añada 2019 ha sido especialmente favorable a la calidad de la uva. Durante el periodo de floración se dieron abundantes lluvias que afectaron a la cantidad de producción y al final de la primavera y en verano se produjo un importante aumento de la temperatura que, añadido a la escasez de lluvias, provocó que la uva entrara a la bodega con mucho grado.
Fermentado en fudre de roble francés con posterior crianza sobre lías, el Zarzal 2019 presenta un color amarillo pajizo tenue, limpio y brillante en copa. En nariz se aprecian aromas a flores, frutas blancas y un toque muy tenue de madera con el que se consiguen aromas muy elegantes y persistentes. En boca destacan la frescura y la acidez, creando un conjunto sorprendente y equilibrado. Es ideal para tomar bien fresquito y para acompañar cualquier cena, comida o aperitivo veraniego. Se presenta en una bonita botella cuya etiqueta, en verde musgo en alusión a su frescura y carácter varietal, ha sido diseñada por el artista mallorquín Domingo Zapata, de renombre internacional.