Ubicado en la costa atlántica de Portugal, a escasos kilómetros de Nazaré, un pequeño pueblo de pescadores que desafía a la gran ola, y en pleno Parque de Leira, la mayor reserva ecológica de pinares de la Península Ibérica, se encuentra Ohai Nazaré. Desde su apertura el pasado verano, el outdoor se ha convertido en un refugio para los amantes de la naturaleza, de la tranquilidad y de la seguridad gracias a su sello Clean & Safe otorgado por Turismo de Portugal. Una experiencia vacacional diferente pero llena de comodidades y actividades.
Y es que a lo largo de sus ocho hectáreas se puede disfrutar de la mayor oferta glamping del país y de sus lujosos bungalows, todos ellos independientes y totalmente equipados (cuentan con su propia terraza, cuarto de baño, cocina completa, así como con calefacción, aire acondicionado y Wi-fi gratuita) ideales para familias o grupos de amigos de entre 4 y 6 personas, pero también parejas.
Pero es que, además, aquellos que no quieran cocinar, podrán disfrutar de la gastronomía lusa, así como de una amplia y variada carta para todos los gustos en su restaurante Dasos, o de cócteles, bocadillos y sándwiches en el nuevo bar de la piscina.
Donde la monotonía no existe
Pero esta no es la única novedad refrescante para este verano. A su spa, su piscina calefactada, o su parque acuático, la instalación favorita de los más pequeños de la casa, se suma una nueva y curiosa zona acuática diseñada a partir de cinco contenedores
Ohai Nazaré cuenta también con parques infantiles premium, diferentes pistas deportivas en las que practicar pádel, una zona de videoconsolas, gimnasio, todas ellas sin coste adicional, así como un amplio abanico de actividades y animación desde el 1 de junio y hasta el 15 de septiembre, como gynkanas, talleres de baile y juegos o espectáculos nocturnos.
Además, será el punto de partida perfecto para descubrir la belleza de la zona con rutas a pie o en bicicleta recorriendo la Estrada Atlántica, la senda ciclista más larga del país. A lo largo de sus 62 kilómetros se esconden pequeños tesoros como la ciudad medieval de Óbidos, el monasterio de Alcobaça – Patrimonio Mundial de la Unesco-, o la Laguna de Ervedeira, entre otros. Por su parte, Fátima o el Monasterio de Batalha serán una delicia para los amantes del turismo religioso, y los pasteles de Belem a buen seguro endulzarán una escapada a la cautivadora Lisboa. Y como no, descubrir las tradiciones del pequeño pueblo pesquero de Nazaré, viajar en su funicular hasta el barrio de El Sitio, descubrir la mejor panorámica desde el Mirador de Suberco o cabalgar sus olas desde el amanecer hasta el atardecer…