El Algarve estará presente en la 41 edición de la Feria Internacional de Turismo – FITUR con una sugerente apuesta por la naturaleza, por reencontrarse y encontrarse en el campo, en las tradiciones y en los orígenes, en el escenario de un nuevo y atractivo “turismo creativo” que invita a fundirse con el alma del destino y dar rienda suelta a la creatividad personal. También apuesta por activarse y reactivarse al aire libre, con una sugerente invitación al cicloturismo y el senderismo, y por volver a disfrutar del efecto siempre balsámico del mar y esas playas paradisiacas que son la esencia del sur de Portugal, con especial atención a los infinitos arenales algarvíos en los que es fácil perderse y disfrutar en soledad del placer de las aguas cristalinas y bucólicos paisajes.
Volver al campo
Con ese sugerente mar verde tan suyo como el azul, y que empieza a expandirse a pocos kilómetros del litoral fundiéndose con las higueras, naranjos, alcornoques, madroños y pinos del barrocal, el Algarve invita a sumergirse en una experiencia slow travel para encontrarse y reencontrarse en el Algarve interior.
Aventurarse en la sierra de Caldeirão y disfrutar, en medio de casitas blancas y pueblos con encanto de calles adoquinadas del silencio, de los cielos azules de día y estrellados de noche. Y recuperar historias, patrimonio perdido, recetas de toda la vida, tradiciones supervivientes a los siglos y coleccionar esos momentos de paz que sólo el entorno rural sabe regalar y que el Algarve ofrece a mares en ese otro Algarve que invita a descubrir. Alcoutim, Loulé, Silves, Paderne, São Brás de Alportel, Estoi, Moncarapacho, Alte o Salir son solo algunos nombres para anotar en la hoja de ruta y lanzarse a descubrir.
Turismo creativo
Salirse de la corriente y las masas para tomar el pulso a la comunidad local. A sus tradiciones. Sus costumbres. Y unirse a ellas para dar rienda suelta a la creatividad personal, la auto expresión y las ganas de aprender y experimentar. Eso es el turismo creativo y el Algarve ha creado un buen puñado de experiencias muy auténticas para aquellos que quieren dejar florecer sus emociones y darles forma a la algarvía.
Aprender de la técnica de los alfareros y ceramistas locales, recrear una “patabanda”, tan característica de la arquitectura local, reproducir el arte de la cestería entrelazando caña y palma para dar forma a piezas decorativas y utensilios, o elaborar recetas propias de la cocina tradicional algarvía son algunas de las experiencias posibles gracias a la labor de asociaciones como Loulé Creativo (miembro de la Red Internacional de Turismo Creativo, el municipio de Loulé tiene un programa muy cuidado de actividades que permiten entrar en contacto con la identidad y el patrimonio regional); el proyecto TASA (que apuesta por el diseño para promocionar el arte tradicional de la región, a través de objetos únicos que se pueden comprar pero también de experiencias de creación para toda la familia, trabajando arcilla, corcho, caña, lino y otros elementos tradicionales); o Tertúlia Algarvía (que ofrece vacaciones culinarias, clases y demostraciones de cocina muy del gusto de foodies y amantes de los viajes experienciales).
Gran apuesta por el cicloturismo
El cicloturismo se abre paso más que nunca en las nuevas tendencias viajeras y ahí el Algarve tiene mucho que decir. El sur de Portugal ha lanzado este 2021 nuevas rutas para los amantes de las dos ruedas y su nueva guía “Ruta para bicicletas” aporta a los amantes de la bici 20 nuevos senderos turísticos: recorridos circulares, con principio y fin en el mismo emplazamiento, que surcan los 16 municipios de la región, clasificados en diferentes niveles de dificultad.
Otra de las grandes apuestas activas del Algarve este año es un corredor que atraviesa de punta a punta toda la región por la Ruta del Barrocal, desde Vila Real de Santo Antonio hasta Aljezur. Tiene una longitud de 223 kilómetros y es un complemento de las rutas existentes EuroVelo 1 o Ecovia do Litoral del Algarve, Rota Vicentina, Via Algarviana y GR22 (las dos últimas más orientadas al ciclismo de montaña). A lo largo de estos itinerarios es posible conocer de cerca pequeños pueblos de costumbres añejas, contactando de cerca con toda su riqueza cultural, histórica y natural y, sobre todo, con la amabilidad de su gente.
Senderismo paisajista
Coger la mochila y caminar a donde los pies nos lleven siempre es bien. El senderismo no sólo no pasa de moda: gana adeptos año a año. Y en el Algarve los buenos caminantes tienen mucho que disfrutar entre paisajes de alto impacto, consideradas entre las mejores rutas de Europa.
Como la ruta de los Siete Valles Colgantes, el “Mejor recorrido de Europa para practicar senderismo” según Best Travel Destinations: seis kilómetros de recorrido (11,5 entre ida y vuelta) en los que el mar ha ido tallando la roca hasta crear los siete valles que dan nombre al sendero. Cada paso ofrece nuevas vistas al Atlántico, descubre nuevas grutas, calas, playas y faros.
O la Gran Ruta del Guadiana (GR15), en la frontera natural que separa España y Portugal entre Alcoutim, en el interior, y Vila Real de Santo Antóni, en la costa: una travesía de 65 kilómetros caracterizada por el contraste de paisajes, elementos históricos, patrimoniales y naturales donde las costumbres y oficios tradicionales y la cocina a fuego lento todavía perduran. Además, el camino que dibuja la Gran Ruta del Guadiana enlaza a su vez con una red de 19 pequeños itinerarios ideales para caminatas que abarcan distancias de entre 3 y 15 kilómetros, conocidos como “Caminos del Guadiana”, que suman 135 kilómetros por el Bajo Guadiana.
O la Ruta Vicentina, una gran ruta senderista a lo largo de un total aproximado de 400 kilómetros por una de las zonas costeras más bellas y mejor conservadas de Europa: la costa oeste de la Península Ibérica. Con dos recorridos posibles: el Camino Histórico, de 230 kilómetros, con partida en Santiago do Cacém hasta el cabo de San Vicente; y el Sendero de los Pescadores, siempre junto al mar a lo largo de los 125 kilómetros que van desde Porto Covo al “Fin del Mundo”.
Mejor Destino de Playa
Ser el Mejor Destino de Playa de Europa y mantener ese rol año tras año es un privilegio no exento de esfuerzos. El Algarve se afana permanentemente para, temporada tras temporada, ofrecer a sus visitantes la mejor la mejor calidad, seguridad, infraestructuras y servicios en sus playas, un trabajo que añade brillo al don que la naturaleza ha conferido de por sí al destino: un infinito crisol de playas maravillosas con un denominador común (aparte de sus aguas transparentes). Su belleza paisajística.
Con sus arenales infinitos en la parte cercana a Huelva, sus acantilados dorados y barrancos recortados en la parte más occidental y las alejadas playas vírgenes, agrestes, edén surfero, en la Costa Vicentina, el Algarve es un paraíso que un año más se ha posicionado en el top one de los World Travel Awards, los óscars del turismo, en la categoría de Mejor Destino de Playa. Y en un momento en el que las ansias de mar conviven también con la búsqueda de tranquilidad y los deseos de distancia social, el Algarve ofrece la perfección hecha playa: arenales kilométricos y enclaves poco frecuentados donde es sencillo disfrutar de apacibles días de playa, en el marco natural siempre bello de una costa llena de sorpresas y fotos bonitas para el recuerdo.