Luis García Montero, director del Instituto Cervantes se comprometió en Beirut (Líbano) a apoyar el centro, que ha vivido una de las situaciones más difíciles por los efectos de la pandemia, la crisis económica en el país y los graves daños sufridos en la explosión registrada en la capital el pasado verano, pese a lo cual “ya está a pleno rendimiento”. García Montero mantuvo un encuentro con periodistas como primer acto de un viaje de trabajo para apoyar la labor docente y cultural que lleva a cabo el centro beirutí, que cumple 30 años de trayectoria, al igual que el propio Instituto Cervantes.
El director reiteró su “compromiso de futuro” con el Líbano, un país en el que se ha incrementado significativamente el interés por la lengua española y la demanda de su enseñanza en estas tres décadas. El centro es uno de los más antiguos de la red: en 1991 tomó el testigo de la labor docente realizada por el Centro Cultural Español durante casi 40 años. Por tanto, se cumple un doble aniversario: el de la creación del propio Instituto Cervantes y el del centro de Beirut. Tres décadas en las que el centro nunca ha cerrado sus instalaciones, ni siquiera en los peores momentos, destacó García Montero, como fue la mencionada explosión del pasado 4 de agosto.
El director enfatizó además el protagonismo de la cultura de los países hispanohablantes, no solo la cultura española: “Somos parte de una comunidad con 23 países y muestras actividades se refieren todos los países latinoamericanos”. Un ejemplo de ello es que la biblioteca del centro está dedicada al escritor mexicano Fernando del Paso.
Con esta comparecencia ante los medios informativos locales, el director del Instituto comenzó un viaje de trabajo al Líbano en el que le acompañan la secretaria general del Instituto, Carmen Noguero; el director de Relaciones Internacionales, Rafael Soriano, y las directoras de Académica y Cultura, Carmen Pastor y Raquel Caleya, respectivamente.
La secretaria general explicó la actual presencia del Instituto Cervantes en el Líbano: la principal está en el Cervantes de Beirut, pero su labor se ve reforzada con el aulario de Kaslik y la extensión de la ciudad de Trípoli. En los tres (centro, aulario y extensión) se implementaron el pasado curso 2019-2020 los primeros cursos en línea, puestos en marcha a raíz de la Covid-19, una iniciativa que permite a estudiantes de todo el país acceder en línea a los cursos de español.
Carmen Noguero dio también especial relevancia al programa de colaboración entre en Instituto Cervantes y el Ministerio de Defensa de España para la enseñanza del español, y que llevan a cabo militares destinados en la Base Miguel de Cervantes de UNIFIL. El Instituto Cervantes contribuye a esta misión humanitaria con la formación de los profesores y la programación de actividades culturales. Desde 2007, un total de 820 militares se han formado con el Cervantes y han enseñado nuestra lengua a unos 6.000 alumnos de la zona de Marjayoun. La delegación del Cervantes conocerá la base el próximo jueves.
Destaca también en el programa de trabajo la visita que el miércoles realizará García Montero en compañía del embajador de España, José María Ferré de la Peña, y del gobernador de Beirut, Marwan Abboud, a la escuela que se está construyendo con fondos de Cooperación Española (Ministerio de Asuntos Exteriores). En dicha escuela, que acogerá a unos 600 estudiantes de entre 12 y 17 años, el Instituto Cervantes dará formación y proporcionará material didáctico.
Extenderse al Valle de la Bekáa
Por su parte, la directora del centro de Beirut, Yolanda Soler Onís, recordó que el centro ha mantenido la actividad docente y cultural pese a las dificultades, lo que le ha permitido alcanzar las 1.600 matrículas este año, “una gran cifra, dada la situación”. Y anunció que el Cervantes extenderá por primera vez su actividad cultural y docente al Valle de la Bekáa.
Será allí precisamente, en Baalbek, donde el Instituto Cervantes de Beirut “va a cumplir un sueño”: se presentará (en el mítico hotel Palmyra de la localidad) la traducción al español de un libro de poemas de Talal Haidar (Baalbek, 1937), reconocido poeta y cineasta libanés. Será el primer volumen de la Colección Cuadernos de Baalbek, y ha sido posible gracias a un acuerdo con la Universidad Libanesa, que seleccionó a las traductoras. La colección, que continuará con otros autores libaneses, tiene un doble objetivo: dar a conocer la obra de estos creadores entre los lectores hispanohablantes y fomentar la labor de jóvenes traductores del árabe al español.
Yolanda Soler también informó sobre dos exposiciones programadas para estos días: la primera es la exposición Patria común. Delibes ilustrado, que reúne 30 ilustraciones originales creadas por 15 dibujantes, basadas en textos y en personajes infantiles de la obra de Miguel Delibes. García Montero y el embajador de España en Líbano la recorrerán junto a embajadores de países hispanoamericanos acreditados en Beirut.
La otra muestra la inaugurará García Montero este jueves en su visita a la base Miguel de Cervantes, en Marjayoun. Bajo el título
En primera línea, está formada por fotografías realizadas por
Diego Ibarra Sánchez (Zaragoza, 1982), reportero gráfico, relacionadas con el lema
«Cómo afectan las guerras a la educación».