‘Mi vocación médica viene de familia por parte de padre y abuelo. Además, desde muy pequeña mi hermana padecía vitíligo, una patología que hoy en día conocemos muy bien pero que en aquel entonces era una enfermedad de la piel desconocida. Por todo esto, decidí que quería ser dermatólogo Por todo esto, decidí que quería ser dermatólogo y volqué todos mis esfuerzos en conseguirlo, no solo para tratar a mi hermana sino para ayudar a otras personas con problemas y enfermedades de la piel’.
Quien así habla es Gabriel Serrano Sanmiguel, dermatólogo desde 1976 y propietario de la Clínica Dermatológica Dr. Gabriel Serrano (con sede en Valencia y Sevilla) además de fundador de los laboratorios Sesderma y Mediderma.
A los once años ya me colaba en la biblioteca familiar y pasaba horas explorando los libros de Medicina tanto de mi padre como de mi abuelo
Gabriel Serrano proveniente de una familia de médicos y su vocación por la medicina le llegó muy temprano en Colombia, país donde nació, aunque fue en Valencia donde estudió medicina especializándose en Dermatología…
Proviene de una familia de médicos, su vocación por la medicina ¿cuándo surge?
Mi vocación como médico me llegó muy temprano. A los once años ya me colaba en la biblioteca familiar y pasaba horas explorando los libros de Medicina tanto de mi padre como de mi abuelo, ambos formados en este campo. Años después me mudé a EEUU y de allí a España, a Valencia, donde estudié la carrera con la especialización de dermatología. Al acabar, trabajé en el Hospital General Universitario de Valencia como médico residente y fui Jefe Clínico adjunto del Servicio de Dermatología durante más de 10 años. Mi afán por escuchar a las personas y sus problemas relacionados con la piel me llevó a crear fórmulas magistrales y abrir mi primera clínica dermatológica en 1978, donde empecé a prescribir mis propios productos y tratamientos. En 1989 decidí fundar Sesderma.
Y… ¿qué le lleva a poner en funcionamiento un laboratorio dermatológico?
Fruto de la pasión por resolver los problemas de la salud y después de abrir mi clínica dermatológica en Valencia, fundé los laboratorios en 1989. Durante la práctica médica, fui consciente de la carencia de productos dermatológicos que existía por aquellos años, y de ahí mi empeño por dar solución a todas las necesidades de la piel de las personas.
Mi vocación no es empresarial, es médica, por lo que siempre estoy pensando en productos y fórmulas que mejoren la piel de mis pacientes y, en consecuencia, de los consumidores de Sesderma. Si uno de mis productos puede atender las carencias de un público minoritario y llega a ser deficitario (como me ha ocurrido con productos específicos para tratar el vitíligo, la dermatitis o la psoriasis), lo sigo fabricando aunque solo sea por atender a ese grupo pequeño de personas que lo necesitan.
¿Qué han aportado a la salud de la piel y a las patologías dermatológicas los laboratorios Sesderma y Mediderma?
Dentro de las dos divisiones que componen nuestros laboratorios, Sesderma y Mediderma, estamos trabajando en multitud de proyectos y nuevos lanzamientos. En nuestro caso, siempre se ha apostado por la inversión en I+D de forma constante, y desde 2008 somos pioneros en el uso de nanotecnología en el desarrollo de productos dermatológicos, tratamientos profesionales y complementos de la dieta.
¿Qué es la nanotecnología?
La nanotecnología es el conocimiento y control de la materia a pequeña escala para conseguir estructuras de tamaño “nano”. Durante el proceso de formulación, los activos se encapsulan en liposomas que tienen una estructura similar a la de la piel, lo que permite alcanzar mayores niveles de penetración y eficacia en la piel.
No obstante, también trabajamos en el desarrollo de genocosmética, y más recientemente en el uso de factores de crecimiento de origen vegetal.
En más de 30 años de andadura, ¿cuál ha sido la evolución y expansión de estas compañías?
Nuestro éxito se debe a la humanidad, generosidad y saber hacer. El afán de conocimiento e investigación es la base de nuestra innovación en dermocosmética desde hace más de 30 años, pero la humanidad y la generosidad es lo que nos define.
En 1992 abrimos filial en EEUU, empezando en Atlanta y trasladándose a Miami en 2010. Un año antes, habíamos abierto filial en Polonia, mientras que en 2012 se pusieron en marcha las de México y La India. Desde entonces, nuestra presencia internacional se ha reforzado con filiales en República Dominicana, Costa Rica, El Salvador, Panamá, Perú, Brasil, Alemania, Reino Unido, Rusia y Taiwán.
Abrí mi primera clínica dermatológica en 1978, donde empecé a prescribir mis propios productos y tratamientos y en 1989 decidí fundar Sesderma
Las últimas aperturas se han centrado en Centroamérica, Rumanía y China, entre otros países. De hecho, nuestras ventas en China han crecido exponencialmente en los últimos años, lo que augura un futuro muy optimista en un mercado tan competitivo como este.
No obstante, y con toda esta expansión internacional, el espíritu de la compañía sigue siendo el mismo que cuando nació en 1989: ayudar a las personas a cuidar su piel. Lo que ha cambiado es el alcance y volumen de Sesderma. Ahora nuestros productos están en más de 80 países, lo que conlleva la profesionalización de la compañía y de los que formamos parte de ella.
¿Qué novedades tienen previstas estos laboratorios dermocosméticos?
En el caso de Sesderma, la mayoría de innovaciones relacionadas con el campo de la dermatología pasan por el uso de nuevos activos encapsulados en liposomas como la cisteamina, el ácido azelaico y ácido tranexámico en tratamientos despigmentantes. Dentro de la protección solar, se están desarrollando productos de protección solar de uso oral y tópico con chitosomas (liposoma recubierto de chitosán), además del redescubrimiento de la vitamina B5 o pantenol como sustancia protectora y regeneradora de la piel. También es importante destacar la aplicación de factores de crecimiento en productos para regenerar la piel y ayudar a tratar determinadas patologías de la piel.
Se espera un gran crecimiento de los productos y tratamientos que combaten la caída del cabello, aumentando el flujo sanguíneo en el folículo piloso y restaurando la inmunidad perdida a causa de alguna enfermedad. Cosméticos con factores de crecimiento para uso tópico, complementos alimenticios y tratamientos combinados con terapia LED, son lo último que estamos desarrollando actualmente en Sesderma para tratar las diferentes patologías relacionadas con la caída capilar.
Por otra parte, el futuro de la dermatología también pasa por el uso de la terapia LED acompañada de ingredientes fotosensibilizantes que se activan con diferentes longitudes de onda, como curcumina, la clorofilina, y la espirulina.
Como dermatólogo qué recomendaciones, de cara al verano, haría a los lectores para cuidar la piel, durante los meses de verano
El uso de fotoprotector solar debe ser continuado durante todo el año. En invierno puede bastar con un SPF30, pero en verano debe ser siempre de 50. Algo que solemos olvidar es reaplicar el fotoprotector. Debemos aplicarlo 30 min antes de la exposición y reaplicarlo cada 2 horas o después de cada baño. La finalidad del fotoprotector no es prolongar la exposición solar, sino protegernos del daño que nos puede hacer la radiación. El bronceado no es otra cosa que una alarma que activa nuestro cuerpo. Nos alerta de que algo no va bien.
Se han detectado múltiples patrones de manifestaciones dermatológicas asociadas a la infección por SARS-CoV-2
Además, hay alternativas muy buenas para tener siempre buen color y proteger la piel del sol, como Repaskin tacto seda con color SPF50 o Screenses SPF50 que es un maquillaje con color.
¿Una piel bonita es síntoma de salud? ¿Cómo conseguirlo?
Mi concepto de belleza nace de una concepción holística, en la que un ser es bello cuando existe una armonía entre su aspecto físico, resultado del cuidado exterior; su bienestar, como resultado del cuidado de la alimentación y salud; y la felicidad como resultado del cuidado de la mente.
¿Cuáles son las principales consultas que hacen los pacientes a un dermatólogo?
Existen diferentes consultas que se repiten de manera reiterada cuando una paciente acude al dermatólogo. Entre ellas encontramos aquellas que suponen procesos inflamatorios, crónicos y que provocan dolor, irritación y picor, como la dermatitis o la psoriasis. Otra de las consultas más frecuentes es sobre el acné y las cicatrices que este puede provocar, no solo en adolescentes sino también en edades adultas. También se realizan muchas revisiones periódicas en torno a lunares, pigmentaciones o heridas que no terminan de curar, y que en los casos más graves, pueden derivar en cáncer de piel.
Por otra parte, se atienden muchas consultas vinculadas a problemas más estéticos, como las manchas faciales (melasmas y/o léntigos), y cuyo tratamiento pasa por la aplicación de diferentes láseres, micropunción o peelings médicos.
Y por último, en estos tiempos de pandemia, ¿cuáles son las manifestaciones dermatológicas más frecuentes a causa del SARS-Cov-2?
Hasta ahora se han detectado múltiples patrones de manifestaciones dermatológicas asociadas a la infección por SARS-CoV-2. Estas manifestaciones cutáneas se podrían clasificar en 4 grupos: exantema que incluye varios subtipos (pápulo-vesicular y morbiliforme), vascular (lesiones similares a sabañones, lesiones purpúricas y/o petequiales y livedoides), urticariales y erupción acropapular. Los exantemas suelen aparecer sobre todo en el tronco y extremidades, las lesiones vasculares en los dedos, glúteos, tronco y extremidades, urticaria se manifiesta más frecuentemente en el rostro.