Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), la pandemia destruyó el negocio de más de 350.000 trabajadores autónomos, aunque el peor golpe se lo llevaron las PYMES que contaban con cinco o menos trabajadores en su plantilla.
Para Yannick Charton, socio fundador de Valio Consulting, se trata de una crisis laboral extrema: “el gran perdedor ha sido el tejido productivo de España, que sigue pagando las consecuencias de la extrema paralización de las actividades durante los últimos meses”.
La pandemia ha sido una de las crisis más violentas que han tenido que vivir los españoles, sobre todo en lo que se refiere al ámbito comercial, de pequeños y medianos emprendedores y autónomos,
Según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados en el primer informe del 2021, la pandemia destruyó el negocio de más de 350.000 trabajadores autónomos, aunque el peor golpe se lo llevaron las PYMES que contaban con cinco o menos trabajadores en su plantilla.
“El gran perdedor ha sido el tejido productivo de España, que sigue pagando las consecuencias de la extrema paralización de las actividades durante los últimos meses”, informa Yannick Charton, socio fundador de Valio Consulting. Y añade: “en base a los informes, se prevé que el 15% de los autónomos tendrá que cerrar definitivamente, y uno de cada tres ha tenido que llevar a cabo reducciones de plantilla.”.
En contraposición, las grandes empresas han podido sobrevivir gracias a la aplicación del ERTE, que hasta fines de enero contaba con más de 730.000 trabajadores. En este sentido, el informe del INE agrega que “apenas un 2% de las empresas españolas con más de un centenar de empleados ha tenido que cerrar sus puertas tras la primera fase de brotes que sacudió a España”.
“La mayoría de los ERTE, por decantación, han tenido que aplicarse en el sector de la restauración, con la disminución del turismo en las principales comunidades el país”, afirma Charton. “Por ello es importante, sobre todo para garantizar la continuidad de las pymes, reactivar la economía y generar nuevos puestos de empleo, acelerar un proceso de digitalización y seguir pidiendo por un plan de ayuda y emergencia”, finaliza.
El sector de la restauración, el más afectado por la pandemia
Dentro del mismo informe, el INE aclara que la hostelería ha sido el sector más golpeado por la crisis económica de la COVID-19, sobre todo por las fuertes restricciones impuestas por el Gobierno en bares y restaurantes durante más de 10 meses.
“Más de 250.000 que se encuentran en ERTE, de hecho, corresponden a trabajadores del rubro hotelero y gastronómico, por la extrema medida del cierre de los locales comerciales”, aclara Yannick Charton. Y agrega: “en lo referente al comercio minorista, hay más de 55.000 empleados afectados, mientras que en el mayorista, más de 38.000, cifras hasta ahora casi nunca alcanzadas”.
La digitalización ha sido el salvamento de muchas empresas que han logrado subsistir gracias a la reconversión de sus estrategias. De hecho, los autónomos y pymes que trabajan en el sector de la comunicación y el marketing, han sido los que han podido sobrevivir o, al menos, subsistir, a la crisis.
"Hay rubros que, por la coyuntura, han logrado subsistir y permanecer dentro del mercado, y hasta algunos han logrado crecer y expandirse”, explica Yannick Charton. “Pero otros autónomos, sobre todo aquellos que se dedican a la pequeña hostelería de menú diario, enseñanzas no regladas, fotógrafos, floristas, trabajadores de espectáculos de feria y ocio nocturno, no han logrado hacerlo y han quebrado por la crisis y la falta de ayudas oficiales", finaliza.