Pepín Román es uno de los aventureros más destacados del panorama nacional y viajero empedernido con su empresa Himal Mountain Adventures con la que organiza viajes de esquí al Nepal, Japón o Alaska. Por ello, siempre dice que lo puedes encontrar “en tres lugares: en las montañas, en el aeropuerto o en Cantabria”. A causa de la pandemia se ha tenido que quedar en su tierra como casi todo el mundo y ha aprovechado “la potente nevada de exquisita nieve profunda” para descubrir las “Cantabria Lines” de freeride como si lo estuviera haciendo en Alaska, Canadá o Japón.
Pepín Román nos lo explica así: “Cuando coloquialmente, entre los apasionados del freeride o esquí de montaña, hablamos de nuestra actividad, siempre resuenan nombres de famosos valles del Pirineo donde las condiciones y las posibilidades son muy grandes. Pero queda más que demostrado, año tras año, que Cantabria, el Valle de Liébana y los Picos de Europa, se están convirtiendo en un destino muy atractivo y con inmenso potencial para estas modalidades.
Nos equipamos con el nuevo material de Helly Hansen para freeride, como la Elevation Infinity Shell Jacket equipada con la nueva tecnología, Lifa Infinity Pro, más transpirable y ecológica. Vamos a estar todo el día subiendo y bajando montañas y necesitamos ropa técnica que sea capaz de transferir al exterior todo el exceso de calor y sudor para que la humedad no se condense en el interior durante el ascenso y por lo tanto no se enfríe en el descenso.
Cantabria es lugar con infinidad de posibilidades para todos los niveles que hasta a los más expertos llevará a su límite y posiblemente, nos sobrepasará. Una verdadera joya de la que he podido disfrutar desde niño y que a muchos nos ha servido de motivación para mejorar nuestro nivel en busca de proyectos lejanos. Día a día estas montañas nos recuerdan que vivimos en un lugar para enamorarse y en el que se seguirán realizando actividades y descensos inéditos con esquís.
Una zona así, unida a los sucesivos temporales de norte, con grandes precipitaciones y temperaturas muy bajas que estamos viviendo últimamente, nos brinda en el mismo Valle de Liébana un esquí de nieve profunda y de una calidad excepcional. Cuando se abren los claros y aparece el sol, las vistas son impresionantes donde podemos ver las imponentes montañas tapizadas de nieve que parecen mirarnos con desafío y tiento... y que con complicidad parecen decirnos que tenemos montañas, retos y esquí para muchos y muchos años.
No estamos esquiando en profundos valles del Himalaya ni Japón o Canadá, ni siquiera en los Alpes. Estamos esquiando en Cantabria, nuestro paraíso, donde las montañas, los bosques y estos espesores de nieve nos recuerdan una vez más que somos unos privilegiados.