Detrás de una empresa de tecnología de viajes como Kiwi.com se esconden siempre grandes historias. En sus ocho años de vida, la compañía ha visto a sus empleados y clientes involucrados en algunas de las peripecias más insólitas y que han quedado grabadas en la memoria corporativa. Peticiones extravagantes que han llevado a malentendidos, largos viajes en carretera para que un pasajero no perdiera un vuelo o viajeros que han reservado hasta 26 conexiones en un solo itinerario. A continuación, un compendio de los casos más singulares:
Couchsurfing para ayudar al pasajero
Uno de los agentes de atención al cliente de la empresa, David, tuvo una vez un caso en el que el pasajero no envió los detalles de su pasaporte a tiempo y Kiwi.com no pudo registrarlo y proporcionarle la tarjeta de embarque. El pasajero llegó al aeropuerto pero no tenía dinero para imprimir las tarjetas de embarque. ¿Cuál fue la solución creativa de David? Terminó publicando solicitudes en una página de Couchsurfing para ver si alguien de esa comunidad podía imprimir la tarjeta de embarque para el pasajero y llevarla al aeropuerto. Después de encontrar a alguien que pudiera ayudarlo, David proporcionó los datos de contacto al pasajero, quien afortunadamente encontró a alguien en el aeropuerto para ayudarlo en ese momento e imprimió la tarjeta de embarque que le permitió llegar al destino final.
¿Se puede viajar con “pippies”?
El servicio de atención al cliente de Kiwi.com no es ajeno a las divertidas historias de sus pasajeros. Una de las más memorables fue la de un pasajero que llevó a su madre de viaje desde Australia a la ciudad egipcia de Alejandría, y entre las preguntas de rutina sobre las tarjetas de embarque y el equipaje facturado, hubo una solicitud atípica: "¿Puedo traer pippies conmigo?", decía la solicitud enviada por correo electrónico.
Después de pensarlo un poco, el agente de Kiwi.com asumió que había un error tipográfico en la solicitud (puppies en inglés significa cachorros) e informó al pasajero sobre el proceso para solicitar la adición de mascotas, como por ejemplo cachorros, a su reserva. En una respuesta del cliente, el agente descubrió que la suposición había sido incorrecta y que, de hecho, se refería a pippies, o Paphies australis, un marisco que se encuentra en las costas de Australia y Nueva Zelanda, parecido a una almeja. Al ver que esta no era una solicitud muy habitual, el servicio de atención al cliente de Kiwi.com tuvo que preguntar directamente a la aerolínea. La respuesta, tras aclarar si eran o no animales vivos, fue que podía viajar con ellos siempre y cuando estuvieran bien envueltos. Es verdad se aprende algo nuevo todos los días, ¡y el equipo de servicio al cliente nunca olvidará lo que pasó ese día!
Viaje por carretera de 200 km para ayudar a un cliente
Un pasajero debía viajar a Milán, pero su vuelo de ida fue cancelado en la ciudad natal de Kiwi.com, Brno, en la República Checa. Francesco, un empleado de la empresa, escuchó al equipo de atención al cliente discutir las opciones del pasajero. El pasajero estaba en un viaje de negocios y tenía que estar en Italia al día siguiente. Francesco ofreció su ayuda, ya que viajaba a Praga de todos modos esa tarde y prefería llevar al pasajero en automóvil en lugar de colocarlo en un autobús o tren donde siempre existe el riesgo de que se retrase o no tenga la conexión correcta con Praga. Francesco recogió al pasajero en el aeropuerto de Brno y lo llevó hasta el aeropuerto de Praga, donde cenaron y el pasajero partió hacia Milán a salvo. Problema risolto! Lea la historia completa aquí.
Un Willy Fog en potencia del siglo XXI
El itinerario más concurrido reservado en Kiwi.com fue el de un pasajero que viajó alrededor del mundo, comenzando desde Australia, con destino a Nueva Zelanda, Chile, Brasil, Perú, México, Italia, EE. UU., España, Italia, Países Bajos, Polonia, Jordania, Egipto, Bahrein, India, Malasia y terminando de regreso en Australia. En total, el itinerario incluía 26 conexiones diferentes, 16 aerolíneas y debía durar cerca de dos meses. ¿Sería este el Willy Fog del siglo XXI? Desafortunadamente, como tantas otras cosas este año, la COVID-19 y las consiguientes restricciones de viaje obligaron a cancelar este viaje de gran envergadura.
Las familias que viajan juntas permanecen unidas
A veces, los astros se alinean para que las cosas salgan bien. Este caso lo ejemplifica. Una familia australiana decidió dar la vuelta al mundo en enero de 2020, justo antes del inicio de la pandemia de la COVID-19. Partiendo de Sídney, viajaron, a través de Manila (Filipinas), a Tokio, y de allí, a través de Moscú, a Londres. Después de pasar una semana en Londres, se dirigieron a Oslo y, una semana más tarde, después de viajar a Estocolmo, volaron a Nueva York, con una escala en Londres. Cuatro días después volaban a Los Ángeles, donde pasaron dos semanas, antes de volar a Honolulu (Hawái), y un par de días después regresaron de nuevo a Sídney. ¡Justo a tiempo!