Marta Gastón, presidenta del Grupo Aramón y consejera de economía del Gobierno de Aragón, comunicó en rueda de prensa la semana pasada la apertura de varias estaciones de esquí (Cerler, Formigal-Panticosa, Javalambre y Valdelinares) para primeros de diciembre, siempre y cuando la pandemia no empeore y deban modificarse los protocolos contra la Covid-19. Por tanto, habrá temporada de esquí aunque con restricciones. Entre las casas rurales donde alojarse si queréis pasar allí la Navidad en familia y practicando deportes de invierno, todo un planazo, nosotros os recomendamos Casa Forelsa en Hoz de Jaca (Huesca), con todas las comodidades (incluida chimenea) para que tu estancia pirenaica sea perfecta y placentera.
El Pirineo aragonés es un hervidero de gente todos los años por estas fechas, y aunque este 2020 sea diferente a causa de la pandemia, sus espectaculares rincones como el Valle de Tena o la maravillosa localidad de Hoz de Jaca, allí continúan para que el turista nacional e internacional los visite.
El esquí de fondo, estrella de los deportes de invierno
Son muchas las actividades deportivas que podemos hacer en el Pirineo Aragonés, empezando por el esquí en las estaciones de Cerler (Valle de Benasque), Javalambre y Valdelinares en el Sistema Ibérico Turolense o Formigal-Panticosa en el Valle de Tena. En definitiva, turismo de nieve y montaña para los amantes de los deportes de invierno, pero no solo eso, también hay muchas otras actividades para realizar en los alrededores, como descender en trineo o llevar a los niños a jugar con la nieve en la zona de Petrosos Park. Si hablamos exclusivamente de esquí, deporte por el que van muchos de los turistas que visitan la zona de Formigal-Panticosa, cuentan con 146 pistas y un dominio esquiable de 180km, con 550 cañones de nieve artificial.
Casa Forelsa, un lujo entre montañas nevadas
Si no sabes dónde alojarte con tu familia o amigos en el Pirineo, nuestra recomendación es Casa Forelsa, una casa rural de lujo en medio de la naturaleza salvaje y nevada de la zona. Con capacidad para ocho personas y distribuida en cuatro dormitorios y tres baños, fue construida y decorada en el año 2018, con techos inclinados, maderas recuperadas y una gran chimenea – más apetecible con este frío - en un amplio salón comedor de doble altura y muy luminoso, presidido por cómodos sofás, televisión de 55″ y una mesa para comer ampliamente diez personas. La cocina es americana, con una habitación cercana de grandes dimensiones y un baño acompañándola en la planta principal. En la parte más alta, tres habitaciones y dos baños (uno en suite) de grandes ventanales con equipamiento diferenciado.
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