El pintor shipibo Shoyan Shëca (Roldán Pinedo) exhibe 25 pinturas de árboles de la Amazonía, en gran formato, en el Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores (Jr. Ucayali 391, Lima. Perú). La exposición puede ser apreciada de modo virtual.
En el año 2019, el artista viajó hasta la comunidad Dos de Mayo, Pucallpa, para realizar una serie de 40 pinturas de diferentes especies de árboles, de las cuales se seleccionaron las 25 que conforman la selva magnífica y potente de esta muestra.
SOBRE EL ARTISTA
Shoyan Shëca nació en la comunidad nativa San Francisco de Yarinacocha, cerca de Pucallpa. Hijo de un maestro de escuela bilingüe y de una ceramista, hoy vive en Cantagallo, asentamiento donde se concentra la gran mayoría de shipibos en Lima. Lucha junto a otros artistas y artesanos para convertirlo en un lugar propio.
“Acá es diferente que en mi comunidad. En la tarde, no se escucha a los pajaritos que cantan ni, en la mañanita, el ruido de los monos: shon, shon. El ruido de acá son los autos, los silbatos, ya no se escuchan los ríos que suenan. Esa es la diferencia más importante para mí y eso extraño, siempre”, dice el artista.
En esta exposición explora un nuevo tema: los árboles de la selva amazónica, un trabajo que le encomendó el coleccionista Armando Andrade. “Cuando hice estas pinturas sentí mucha nostalgia de las cosas que pasé durante mi niñez, en mi comunidad. Allí, cuando iba a bañarme a la cocha (laguna) me gustaba subir a los árboles, llegar a la rama más alta y desde arriba saltar al agua, compitiendo con los niños de mi edad. Iba a acompañar a mi abuelo a pescar, rodeado de muchos árboles, en época de creciente. Eso quedó grabado en mi memoria hasta el día de hoy. Por eso, cuando pinto los árboles lo hago sabiendo que mis pinturas tienen mucho poder y energía de la naturaleza”.
La apacharama, el huangana caspi, la caoba, la lupuna, el cedro, el pan de árbol, el loro micuna, la catahua, el shihuahuaco, el huito, el sapote, la copaiba, el ayahuma, el cashimbo, la capirona, la quina quina, el lagarto caspi, el palo sangre, el cetico, la topa, la moena, la quinilla, el azúcar huayo, el pijuayo y el ungurahui conforman el bosque de Shoyan Shëca en esta muestra.
Shoyan Shëca llegó a la capital en 1977, con tres costalillos de cortezas de plantas con las que preparaba “para-para” y “siete raíces” para subsistir. Fue entonces que conoció al historiador Pablo Macera. “Vas a pintar puritos animales, me dijo”. Macera lo invitó junto a Bawan Jisbë –su primera esposa– a participar en Pintura y palabra, un proyecto pionero para retratar la fauna de sus comunidades, con tierras de color y tintes naturales.
Con el tiempo logra posicionarse en la escena artística y su trabajo es expuesto en Europa, Asia y América. Su manejo intuitivo de la composición y la original recreación de su mundo lo colocan en una perspectiva contemporánea. Recientemente participó en la muestra ‘Amazonías’, en el marco de la presencia del Perú como invitado de honor en la feria ARCOmadrid 2019.