El famoso y seductor agente secreto 007 se dejó ver por las pirámides de Giza, por la parte islámica de El Cairo, por Karnak y por el templo de Abu Simbel durante su aventurera misión en La espía que me amó (1977). Se trataba de la décima entrega de la saga de James Bond, encarnado por el actor Roger Moore.
Anteriormente, en 1943, el oscarizado director Billy Wilder utilizó el desierto egipcio como escondite de un cabo británico durante la Segunda Guerra Mundial en su thriller de espionaje bélico Cinco tumbas al Cairo.
En Muerte en el Nilo (1978), la adaptación de la homónima novela policiaca de Agatha Christie, se nos muestra al detective Hércules Poirot investigando el asesinato de una rica heredera a bordo de un crucero a vapor por el Nilo. En la película, llaman la atención importantes lugares de interés de Egipto, aunque todavía sigue siendo un misterio cómo el barco consigue navegar desde Asuán hasta Karnak (Luxor), y la vuelta, a Abu Simbel, en un solo día.
Transformers, la venganza de los caídos (2009), es una de las últimas superproducciones en las que se ha viajado hasta la tierra de los faraones. Sin embargo, aunque algunas escenas se hayan rodado en Giza y Luxor, a veces resulta difícil distinguir estos escenarios entre tantos efectos especiales.
También, A Hologram for the King, protagonizada por Tom Hanks y cuyo estreno está previsto para 2015, cuenta con las cristalinas aguas de Hurghada, en el Mar Rojo, entre sus escenas.
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