Perderse por la ciudad del silencio, disfrutar de un paseo a caballo por Golden Bay o vivir su fiesta nacional son algunas de las experiencias que te esperan este mes en la isla más pequeña del Mediterráneo.
El verano llega a su fin, pero Malta a partir de septiembre brilla con luz propia. Este mes es uno de los mejores para viajar y disfrutar de los lugares de una forma más tranquila pero igual de sorprendente. Las temperaturas calurosas del Mediterráneo nos dan un respiro, y la oferta del archipiélago maltés se diversifica para ofrecer a sus visitantes experiencias únicas en todos los sentidos. Planes atractivos de diversa temática que cumplen con todas las medidas sanitarias y de limpieza establecidas y que no puedes dejar de hacer si visitas Malta.
Alquilar una casa rural en Gozo. Esta alternativa al tradicional hotel será un verdadero acierto para tus vacaciones. La mayoría de las casas de campo tienen su propia piscina privada, una decoración elegante y todas las comodidades modernas.
Visitar alguna de las playas del archipiélago. Sí, hemos dicho que en septiembre bajan las temperaturas, pero no tanto como para no poder disfrutar de una agradable jornada de playa. Hay muchas y muy diferentes,
Perderse en Mdina. La antigua capital de Malta está rodeada de impresionantes fortificaciones. Pasear por sus sinuosas calles te trasladará a la época medieval, incluso te recordará a Juego de Tronos. Un viaje a Malta no está completo sin disfrutar de las vistas y el ambiente de esta imponente ciudad.
Dar una vuelta por el paseo marítimo. Todo un clásico. Cuando el sol comience a ponerse, cómprate un helado y disfruta de una agradable caminata al tiempo que admiras algunas de las mejores vistas de las islas. Te recomendamos el Paseo Marítimo de Sliema.
Visitar el Fuerte de San Telmo. Esta fortificación de formación estelar mira hacia el puerto de Valletta y fue el punto determinante de la isla para su defensa a lo largo de la historia. Merece la pena una vista guiada.
Paseo a caballo por Golden Bay. Esta playa de arena bordeada de impresionantes acantilados situada en el norte de la isla de Malta ofrece unas panorámicas de cuento. Recorrerla a caballo al atardecer es una experiencia inolvidable.
Vivir el 21 de septiembre en Malta. El archipiélago obtuvo su independencia política de Gran Bretaña el 21 de septiembre de 1964. Cada año se celebran varias actividades para marcar esta importante fecha en la historia del país.
Descubrir la Malta tradicional en Marsaxlokk. Este pintoresco pueblo de pescadores al sur de Malta reúne todo lo que define al país. Gastronomía rica en mariscos, los luzzu, la hospitalidad y amabilidad maltesa y el encanto de los pueblos malteses.
Dar un paseo en barco. No puedes irte de Malta sin utilizar uno de los transportes estrella de las islas. Alquila un barquito y navega por las tranquilas aguas del archipiélago. Serás la envidia de todo tu Instagram.