Fundada hace unos 3.000 años por los fenicios, Cádiz es la ciudad más antigua de Occidente. Los diferentes pueblos que aquí se asentaron dejaron una impronta cultural, cuya influencia aún perdura en el carácter de los gaditanos.
Visitar la ciudad más antigua de Europa no se hace en 3 horas pero sí pueden verse los lugares imprescindibles y barrios más representativos realizado free tours en Cádiz.
La antigua Gades fenicia y Gadir romana vive su época de máxima esplendor cuando en el siglo XVII se hace con el monopolio del comercio de Ultramar. Esta pujanza atrajo ataques de piratas, lo que hace que la ciudad se fortifique construyendo baluartes defensivos, castillos y torres de vigía en cada azotea. Estas son algunas de las características de esta ciudad, en la que también destaca el enrejado de sus balcones.
La antigua Gades fenicia y Gadir romana vive su época de máxima esplendor en el siglo XVII con el monopolio del comercio de Ultramar
Estamos hablando de la actual Cádiz, o la tacita de plata, si se prefiere…
Con las bombas que tiran los fanfarrones
Se hacen las gaditanas tirabuzones.
Que las hembras cabales en esta tierra
Cuando nacen ya vienen pidiendo guerra.
Para que ahora hablen de empoderamiento de la mujer…
Y lo cantaba Rocío Jurado que llevaba su tronío por bandera sin preocuparse de establecer cuotas y por derecho propio…
¿O no?
La visita puede empezar en Puerta Tierra, entrada a las murallas y línea divisoria entre la Cádiz moderna y la antigua. A un lado, amplias avenidas, playas (La Victoria, Santa María y La Cortadura), clubes marítimos y modernas instalaciones deportivas. Al otro, el Cádiz con más sabor e historia, el de los antiguos barrios: El Pópulo, antigua villa medieval; La Viña, barrio pesquero y chirigotero por excelencia, o el de Santa María, templo vivo del flamenco. Calles con distinta personalidad pero que han mantenido una unidad en su caserío y componen un trazado de excepcional belleza.
En la fachada atlántica se alza la cúpula de azulejos amarillos de la Catedral, que mira al Campo del Sur. De corte barroco y neoclásico, su cripta guarda los restos del compositor Manuel de Falla. A su lado se encuentran el antiguo teatro romano y la catedral vieja.
La que fuera plaza real, plaza de armas y mercado, originada en terrenos ganados al mar, también merece una visita. Se trata de la plaza de San Juan de Dios donde, mirando al puerto cercano, se levanta la estructura neoclásica del Ayuntamiento gaditano.
La visita puede empezar en Puerta Tierra, entrada a las murallas y línea divisoria entre la Cádiz moderna y la antigua
Multitud de animadas plazas se diseminan por cualquier recorrido. Al lado del puerto surgen, en la Plaza de España, el palacio de la Diputación Provincial y el Monumento a las Cortes Liberales. En la arbolada plaza de Mina podemos visitar el Museo Arqueológico y de Bellas Artes de Cádiz, que cuenta con interesantes muestras fenicias, mientras que en la de San Francisco podemos visitar la iglesia de este mismo nombre. En torno a la plaza de las Flores nacen las calles más comerciales de la ciudad, no en vano, el Mercado Central se encuentra aquí. Otra plaza, la del Tío de la Tiza, es el eje central del barrio de La Viña, donde los Carnavales, Fiesta de Interés Turístico Internacional, tienen su origen chirigotero (letrillas irónicas).
Cádiz cuenta con importantes construcciones religiosas que nos hablan del sentir religioso de los andaluces. En Santa María son importantes la iglesia que da nombre al barrio y el Convento de Santo Domingo. Cerca de La Viña nos espera la parroquia de la Palma, mientras que al otro extremo, junto al Baluarte de la Candelaria se alza la iglesia del Carmen.
En pleno centro de Cádiz podemos visitar el Museo Histórico Municipal de Cádiz, la Torre Tavira, una de las más emblemáticas de la ciudad, y el Oratorio de San Felipe Neri, Monumento Nacional en el que se debatió la Constitución liberal de 1812.
Y para tener las mejores vistas sobre el Océano Atlántico nada mejor que pasear por los paseos ajardinados de la Alameda de la Apodaca, el Parque Genovés y la playa de la Caleta. Esta playa es la única del casco antiguo y se enmarca entre los castillos de Santa Catalina y San Sebastián. Sus arenas nos dan paso al Balneario de la Palma y del Real. Podemos continuar hasta las playas de la ciudad actual pasando por el Campo del Sur y deteniéndonos en los baluartes de Mártires, Capuchinos y de San Roque.
La antigua Gades nos ofrece su Parador de Turismo, el “Hotel Atlántico”. Alojarse en pleno casco antiguo, en una habitación con vistas al océano, es la antesala para degustar la rica gastronomía de Cádiz. La capital recoge toda la riqueza de la provincia y nos brinda langostinos de Sanlúcar, lenguados de San Fernando, vinos de Jerez y turrón gaditano. Los embutidos de jamón ibérico, siempre de las sierras del interior.
La excepcional situación geográfica de Cádiz hace posible acercarnos a playas y localidades históricas de la Costa de la Luz
La excepcional situación geográfica de Cádiz hace posible acercarnos a playas y localidades históricas de la Costa de la Luz, como El Puerto de Santa María, Puerto Real (cuyo barrio viejo es conjunto histórico artístico) o Chiclana de la Frontera. En el extremo más occidental del litoral gaditano, se extiende Sanlúcar de Barrameda, bien conocida por su manzanilla, con Denominación de Origen, y por ser una de las entradas al Parque Nacional de Doñana, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Hacia el interior, nos espera la ciudad de uno de los vinos más famosos de España (también con Denominación de Origen) y cuna de los caballos “cartujanos”, Jerez de la Frontera. Un buen punto de arranque para hacer la Ruta de los Pueblos Blancos. Así descubriremos la Serranía de Ronda, los parques naturales de Grazalema y los Alcornocales; además de localidades con un impecable caserío blanco como Arcos de la Frontera, Medina Sidonia o Vejer de la Frontera. Otro itinerario cultural recomendable es la Ruta Bética Romana, que nos llevará a poblaciones de esta provincia romana bajo el Imperio, desde Santiponce (Sevilla) hasta Tarifa (Cádiz), un buen lugar para pasear por su casco viejo y practicar el windsurf.
Y es que Cádiz imprime carácter, desde el Carnaval, con esas chirigotas y comparsas, hasta esas murallas donde se estrellaban los gabachos invasores…
Cái, por la madrugá
Cómo me huele a sal, mi Cái
Cái, que se despierta por la mañana
Me llena el cielo de gaditanas
Las niñas bailan envueltas en lunas
Con sus vestidos bordaos de espuma
Ay, Cái
Lo escribe Alejandro Sanz y lo canta Niña Pastori…