Presente y pasado se encuentran dando paso a una nueva línea de accesorios de hombre a la espera de ser descubiertos Tornabuoni 1927, Un lugar y fecha históricos para Ferragamo se unen para dar nombre a una nueva línea de accesorios para hombre. El Palazzo Spini Feroni, el corazón florentino de esta casa de moda, se encuentra al comienzo de la vía Tornabuoni y 1927 marca el año del regreso de Salvatore Ferragamo a Italia después de un gran éxito en Hollywood.
Con un aire sofisticado, elegante y fresco, la línea encarna perfectamente la artesanía creativa y el patrimonio artesanal de Ferragamo, con atención a la tecnología de producción de vanguardia.
Tornabuoni 1927 comprende una variedad de grandes artículos de cuero y marroquinería diseñados principalmente para el tiempo libre, para esos momentos que vivimos con estilo fuera del trabajo. Una línea con una identidad precisa que también abarca elementos más juveniles y artículos más asequibles.
Entre las piezas de cuero de mayor tamaño encontraremos:
Una selección de bolsos en piel de venado, increíblemente suaves y ligeros, que incluye un sailing bag y un tote, disponibles en blanco y negro, y un bolso de mano. Todos presentan el logotipo Tornabuoni 1927 en relieve como marca distintiva.
Una variedad de accesorios en nylon con el logotipo de goma en 3D: desde la amplia mochila con correas para los hombros en un tejido técnico acolchado, perfecta para quienes se desplazan por la ciudad, hasta los totes para ir de compras, especialmente la versión roja con letras negras y la azul marino.
Finalmente, nuevamente en nylon, pero con el logotipo impreso en una pequeña etiqueta de cuero: una mochila, riñonera, bolso de manos libres en negro y azul marino y un pequeño bolso de hombro.
Destancando de las piezas Small Leather Goods, de gamuza, encontramos una cartera, blanca o negra, y un tarjetero en los mismos colores.
Como si si de un vínculo especial entre el pasado y el presente se tratara, la línea Tornabuoni 1927 aparece en una campaña que evoca estados de ánimo misteriosos y oníricos. El uso hábil de la luz y la sombra recuerda a los pintores flamencos, con los accesorios de la nueva línea insertados en tableaux vivants reales. Obras de arte que se fusionan con la vida cotidiana, en una elegante casa señorial en las colinas florentinas.